Gabigol tocó la Copa Libertadores por cábala y rompió con el mito histórico
Hay una regla no escrita en el fútbol: nunca se debe tocar la Copa antes del comienzo del partido. A Gabriel Barbosa no le importó y el tiempo le dio la razón: se conviritó en héroe.
Hay una regla no escrita en el fútbol: nunca se debe tocar la Copa antes del comienzo del partido. A Gabriel Barbosa no le importó y el tiempo le dio la razón: se conviritó en héroe.
Gabriel Barbosa tuvo un gesto que no cayó para nada bien en el ambiente futbolero: le dio una palmadita a la Copa Libertadores antes del comienzo del partido.
Existe una creencia en el fútbol de se mira pero no se toca. Está prohibido -aunque no por ley, ni siquiera por escrito- tocar la Copa en el campo de juego antes del duelo. Se trata de una superstición. Sólo se puede tocar después de que se defina una competición y en caso de que su equipo se consagre campeón.
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Por supuesto al brasileño no le importó. El temible delantero de Flamengo hizo el gesto: le dio una palmadita al trofeo y se tocó el corazón y siguió su camino.
En principio, parecía que la maldición se cumplía, porque a los 15 minutos de juego, Rafael Santos Borré puso en ventaja al Millonario y Gabigol casi no tocó la pelota.
Sin embargo, el goleador brasilero apareció sobre el final del partido y en un puñado de minutos, metió un doblete que dio vuelta la historia y le permitió al Flamengo consagrarse campeón de América.
Gabigol no rompió ninguna cábala, sino que hizo la suya propia.