Lo que la final de la Libertadores dejó: el llanto de Lucas Pratto y Gonzalo Montiel y el consuelo de Gallardo

Gabigol, el goleador brasileño, apareció sobre el final del partido y en un puñado de minutos, metió un doblete que dio vuelta la historia y le permitió al Flamengo consagrarse campeón de América. En apenas tres minutos, dio vuelta la final que el Millonario ganaba 1-0 y con el 2-1 le dio la Copa al Mengao. 

River tuvo controlado durante 88 minutos pero se le escapó sobre el final. En ese contexto, apareció el costado más humano de Marcelo Gallardo. En rol paternal, respaldando a sus jugadores, y ayudando a que el dolor pase más rápido. 

Desde un bicampeón como Franco Armani hasta Gonzalo Montiel, que creció en el que es probablemente el mejor equipo de la historia de River y Lucas Pratto: las lágrimas estuvieron varios de los rostros el sábado en Lima.

El Muñeco se acercó a Franco Armani, le dio un beso, le hizo una caricia y tomó su rostro con las manos en sus mejillas. Luego, fue hacia Gonzalo Montiel, uno de sus soldados preferidos. El defensor, surgido de la cantera de River, lloraba desconsoladamente. 

La imágenes realmente desgarradoras se viralizaron en Internet. 

Finalmente el entrenador, acompañado por Javier Pinola en conferencia de prensa, contó cuál fue el mensaje que le dio al plantel en el vestuario del Estadio Monumental de Lima: "'Hay que saber perder con hidalguía', eso le dije a mis jugadores; que el dolor está, lo vamos a sentir y cada vez que recordemos esto la imagen va a venir. Pero tienen que sentirse orgullosos porque llegar hasta acá no es fácil y competir como competimos contra un rival que venía con muchas luces... Creo que nos plantamos en la cancha de muy buena manera, como el equipo que es, un equipo campeón". 

"Este es un grupo de jugadores que le dio mucho a los hinchas de River en los últimos años. Esta derrota duele y va a doler. Pero que sientan orgullo, es normal que haya dolor, así está el vestuario. No tengan ninguna duda de que el hincha de River y la gente en general del fútbol va a reconocer este equipo. No vino acá a pasear, vino por el hambre que tenía de ganar. Así y todo estuvimos a la nada. La bronca va a durar lo que sea necesario, pero hay orgullo. Cuando baje un poquito la angustia, voy a sentir más orgullo todavía. Antes de empezar este partido, decían que íbamos a perder por más de tres goles, pero siento que hicimos un partido muy bueno y estuvimos a poco de ganarlo".