Las declaraciones de Pablo Pérez cayeron mal la dirigencia de Independiente y el jugador tiene fecha de salida

Cuando parecía que el club estaba en paz volvió Pablo Pérez para revolver sobre aquello que había quedado tapado: la reacción del mediocampista en el vestuario en el entretetiempo del partido frente a Lanús (cuando pateó el tablero e increpó a sus compañeros) y la determinación de Beccacece por el acto de indisciplina del jugador (dos fechas sin ser considerado para jugar).

El jueves el volante trató de "cobarde" al responsable de haber filtrado toda la información de lo que pasó en la intimidad del grupo a al prensa y la dirigencia que escuchó todo con atención le bajó el pulgar... una vez más.

"Me molestó que saliera a la luz porque las cosas que pasan en el vestuario quedan ahí. Me pareció un cobarde el que lo sacó a la luz" dijo sobre el tema en diálogo con Líbero, TyC Sports. Con esas palabras avivó el fuego y volvió el infierno Rojo. 

Además, en la misma charla dejó en claro que no quiere terminar su carrera en Independiente sino que su deseo es colgar los botines en su ciudad natal, Rosario: "Me gustaría retirarme en Newell’s". 

El mediocampista de 34 años, llegó al club a pedido de Ariel Holan a principios de año, proveniente de Boca. En ese momento firmó un con opción de compra que Independiente iba a tener que ejecutar de forma obligatoria si el futbolista completaba al menos cinco partidos. Pérez superó esa cantidad de encuentros e Independiente pagó lo que debía. Su vínculo finaliza el 30 de junio del año que viene y tiene uno de los salarios más elevados del plantel. 

La idea es que siga en el club hasta la finalización de su contrato y después que siga su camino.