"El asesinato de Emiliano Sala": el libro a un año de la tragedia

El 21 de enero se cumple un año de la muerte de Emilano Sala en el Canal de la Mancha, cuando el avión que lo llebava de la ciudad de Nantes a Cardiff falló en el áire y se estrelló. A partir de ese momento, comenzó una larga investigación en la que la familia quedó siempre en el medio de la situación que tuvo filtración a la prensa de las foso del cuerpo y 17 millones de dólares en disputa.

A partir de eso, se empezó a gestar la chance de que más que una tragedia aérea, lo del argentino fue un homicidio por todas las cuestiones que fueron ignoradas aderede y sataron a la luz a partir de los datos recabados por la Policía. Ante esa situación, en Inglaterra sistienen esta hipótesis y el que decidió hacero público fue el periodista Harry Harris a través de un libro.

Ese 21 de enero será la fecha de estreno de "El asesinato de Emiliano Sala", una publicación que tuvo el adelanto del periódico The Sun en la se pone foco en los detalles que llevaron al nacido en Progreso a la muerte y apunta todos sus cañones para Nantes, el club vendedor, que se habría hecho cargo de lo que fue su traslado de Cardiff a la ciudad francesa para retirar sus últimas pertenencias, y su regreso a Gales.

“¿Por qué David Henderson, un piloto tan respetado y experimentado, entregó los controles a un hombre (Ibbotson) con reputación de estar endeudado, un piloto a tiempo parcial en el mejor de los casos y quién no? ¿Tiene una licencia para el vuelo comercial que necesitaba desesperadamente para llegar a fin de mes? ¿Por qué Henderson se ha negado rotundamente a cooperar con Cardiff cuando el club le escribió directamente a él, así como a sus abogados, solicitando ayuda para desentrañar ciertos hechos de los cuales solo él sabe la respuesta?", son algunas preguntas del libro.

Harry Harris promete revelar diferentes cuestiones que dejan al club de la Ligue 1 en evidencia como responsable de la muerte de Emiliano Sala, además de expresar cuestiones vinculadas a la lucha ante la FIFA, en la que se exige el pago de la ficha y la disputa sobre quién era el dueño del jugador era lo único importante por delante del propio deportista y, más que nada, su familia.