“No influye si juega Messi o no”

Lionel Messi es la gran figura del Barcelona, una ficha ineludible en el esquema habitual del blaugrana. Sin embargo, todavía su presencia de cara al clásico del miércoles contra Real Madrid por Copa del Rey está en duda. 

Sobre este asunto fue consultado Santiago Solari, entrenador del merengue, en conferencia de prensa. A lo cual respondió: "No nos influye en absoluto si juega o no para preparar el partido”. Concreto y simple.

"Todos los jugadores aportan. Algunos unas cosas y otros otras. Unos más ofensivos y otros más defensivos; unos más experiencia y otros juventud con frescura. Lo importante es que estamos todos, que tiramos hacia el mismo sitio y queremos conseguir los objetivos", agregó.

En cuanto a cómo afrontar la eliminatoria, expresó: "Ponemos la misma concentración que en los partidos anteriores. Deberá ser como las anteriores o los partidos recientes de liga. No podemos pensar en lo que viene y solo poner el foco en el partido".

"A nosotros nos encanta la competición y jugamos con la misma naturalidad desde que empieza el año hasta la última fecha", añadió. El Indiecito espera que "sea un partido muy bonito y lo disfruten todos”. 

El primer partido tendrá como sede el Camp Nou, mientras que la definición será en el estadio Santiago Bernabéu el miércoles 27 de febrero a las 17 h. En la otra llave están Betis y Valencia (primero jugarán el jueves 7 y luego el 28).

La casa blanca acumula cinco triunfos seguidos luego de haber caído en Copa vs. Leganés: Sevilla (2-0), Girona (4-2), Espanyol (2-4), nuevamente Girona (1-3) y Alavés (3-0).

El Indiecito, durante el entrenamiento de este martes. (Foto: AFP)

La admiración de Solari a Messi

En un artículo que en su momento escribió para el diario El País de España, el actual DT del conjunto madridista calificó de la siguiente manera a su compatriota:

“Es un goleador inclasificable. Goleador es intrínseco a Messi de la misma manera que las tormentas, los relámpagos, o el viento huracanado, son fenómenos atmosféricos. 

Cada vez que recibe la pelota la tierra se sacude, todo el mundo hace silencio y los entrenadores rivales hunden la cabeza entre los hombros y meten las manos en los bolsillos, como quien acaba de ver un rayo y no tiene otra opción que esperar el trueno. El aire tiembla unos segundos. 

Messi juega a otro deporte. Lo realmente increíble de él ha sido su tremenda regularidad los últimos cuatro o cinco años años, una cosa de no parar, algo prácticamente inhumano”.