Erik Lamela y Sergio Araujo, las "nuevas joyas" argentinas, según la FIFA

Uno es zurdo y juega en River Plate, mientra que el otro es derecho y milita en Boca Juniors. Según la página oficial de la FIFA son las dos promesas del fútbol argentino.

Futbolargentino.com
Futbolargentino.com

Uno es zurdo y juega en River Plate, mientra que el otro es derecho y milita en Boca Juniors. Según la página oficial de la FIFA son las dos promesas del fútbol argentino.

Erik Manuel Lamela según la FIFA es elegante y atrevido.  Nació en la Florida, provincia de Buenos Aires, el 4 de marzo de 1992 y es producto del trabajo de divisiones menores de River Plate.
 Su nombre se hizo conocido en 2004, cuando Coco recibió una invitación para unirse a la Masía, la famosa academia formadora de talentos del FC Barcelona.

A nadie extrañó semejante oferta porque Lamela impresionaba por su talento. “Soy habilidoso, toco y voy a buscar, llego al gol... Soy buen jugador”, decía, con la honestidad propia de su edad, por aquel entonces a la televisión argentina, en una entrevista que le dio algo más que “15 minutos de fama”.

Su zurda es una amenaza para los arqueros rivales, logró afirmarse en reserva como enganche o volante por izquierda, hasta que Néstor Gorosito lo hizo debutar en junio de 2009 ante Tigre por el Torneo Clausura. Si bien Ángel Cappa le dio confianza durante el pasado Apertura, fue con la llegada de Juan José López que explotó.

Su primer gol fue en la victoria de River frente a Colón (2-1) con una impresionante definición. Lo marcó con la derecha. Luego vendría a anotar en la fecha final ante Lanús. Ahora está avaluado su pase en cerca de 20 millones de euros.

Explosión y vértigo

Mientras que Sergio Ezequiel Araujo, es la revelación de Boca Juniors. Su debut glorioso estuvo en con la selección sub-17 que fue subcampeona sudamericana a principios de 2009 y, meses más tarde, alcanzó los octavos de final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA de Nigeria. Tres goles en cada torneo y el desparpajo para encarar rivales lo pusieron en los suplementos deportivos.

También nació en 1992 y comenzó a jugar fútbol en el club de su barrio. Allí fue visto por Ramón Maddoni, un detector de talentos, el mismo que descubrió a Carlos Tévez.

En las inferiores de Boca, en su primer partido en un Club profesional, marcó cuatro goles. Nada más para ser el más joven y aún desconocido.

“Soy delantero, rápido y manejo bien la pelota. Me muevo por afuera, manejo las dos piernas y me gusta desbordar para tirar centros. Creo que mi juego es ideal para buscar a un centrodelantero, aunque también me defiendo en el área. Mi espejo es Sergio Agüero” afirma convencido de sus capacidades.

Debutó bajo la dirección técnica de Alfio Basile, pero con Claudio Borghi ganó más importancia. Luego Roberto Pompei ingresó en un juego frente a Arsenal y anotó su primer gol que sería clave para el triunfo Xeneize a punto tal de terminar el torneo como pareja de ataque de Martín Palermo.