Martín Palermo cumple 46 años y todos eligieron recordarlo por su gol a Perú en el Monumental

Nacido en la ciudad de La Plata en 1973, debutó en Estudiantes en 1992, club en el que se quedó hasta 1997 para pasarse a otro del que se convertiría ídolo: Boca Juniors.

En la institución xeneize se desempeñó en dos etapas (1997-2000; 2004-2011) y se transformó en el máximo goleador histórico con 236 tantos.

Además, logró 14 títulos a lo largo de su carrera: 2 Libertadores, 1 Intercontinental, 6 torneos locales, 2 Sudamericanas y 3 Recopas.

Con la Selección participó de la Copa América 1999 y en las eliminatorias sudamericanas y el Mundial de Sudáfrica 2010. Su único gol mundialista fue el 22 de junio ante Grecia, en la última jornada de la fase de grupos.

El ex futbolista argentino Martín Palermo cumple este jueves 46 años de vida y todos eligieron recordarlo por su gol con la Albiceleste a la selección peruana en octubre de 2009 -si, este 2019 se cumplieron 10 años-. Fue una imagen digna de una película. Una más entre las tantas que protagonizó Martín Palermo a lo largo de su carrera. Pero aquel fue especial porque lo gritaron todos, se abrazaron todos, sin importar la camiseta.
 

Argentina tenía que enfrentar al equipo peruano en el Monumental con la oportunidad de depender de sí misma en busca del pasaje para la Copa del Mundo. Sin embargo, la historia se complicó más de lo esperado.

El conjunto nacional, por entonces dirigido por Diego Maradona, empezó ganando con un gol de Gonzalo Higuaín en el inicio del segundo tiempo. Pero cuando todo parecía encaminarse a la victoria, a los 90 minutos, Hernán Rengifo marcó el empate y complicó las chances de Argentina, que debía ir a definir la clasificación a Montevideo frente a Uruguay.

Y ahí empezó la hazaña. La pelota quedaba muerta en el piso por el diluvio y parecía que las posibilidades de empatar se disolvían. De pronto, todos los jugadores argentinos estaban en el área, cuando Ángel Di María tiró un centro que cayó en los pies de Federico Insúa, quien remató pero la pelota le cayó a Palermo, que se encargó de empujarla.

El titán se sacó la camiseta y con los brazos extendidos y mirando al cielo, agradeció por otra épica más. El Diego, enloquecido, se tiró de palomita a festejar y se deslizó por el campo resbaladizo por tanta lluvia.