Cerca de 200 personas se manifiestan alrededor del estadio Maracaná

Los protestantes criticaron la puesta en escena del Mundial en Brasil, que acompañaron con gritos en contra de la FIFA, a la que invitaron a "regresar a Suiza".

Las manifestaciones y los movimientos contrarios a Brasil 2014 ha sido una constante desde meses antes del inicio del Campeonato. Antes del encuentro inaugural, el pasado domingo en Sao Paulo, fueron varias las movilizaciones alrededor del Corinthians Arena y las fuerzas de seguridad tuvieron que emplearse con rigor.

Días antes, fue la huelga de los trabajadores del metro los que provocaron el colapso en Sao Paulo. Las protestas ya fueron evidentes el pasado año, con la disputa de la Copa Confederaciones. 

Dos de los ciudadanos argentinos fueron detenidos por la Policía Federal y devueltos a su país desde el aeropuerto internacional de Río de Janeiro, otros dos desde la aduana en Foz do Iguaçu, en la frontera entre los dos países, y un quinto desde el aeropuerto internacional de Sao Paulo.

Los argentinos fueron expulsados con base en un decreto publicado la semana pasada y que impide la entrada a Brasil de personas cuyos nombres figuren en el Sistema Nacional de Buscados como "miembro de afición involucrada con violencia en los estadios", según el comunicado.

Las respectivas listas fueron enviados a los agentes responsables por el control fronterizo en los puertos, aeropuertos y puestos de fiscalización terrestre de migración.

En la lista también figuran los nombres de 700 personas condenadas o investigadas por pederastia y otros crímenes sexuales, cuyo ingreso al país también fue prohibido así no estén condenados en sus países de origen.

Las listas fueron elaboradas en colaboración con policías de otros países, entre los cuales Argentina, que envió a Brasil una lista con los nombres de 2.100 argentinos con antecedentes por violencia en los estadios.

El primer argentino deportado fue Daniel 'Rana' Atardo, de 45 años identificado como barrabrava del club Rosario Central y delegado gremial, que fue interceptado el pasado lunes en el aeropuerto internacional de Sao Paulo. EFE