El retorno del rey

Y es que parece que Messi ha vuelto. Dio la sensación de haberse marchado pero únicamente se había ausentado durante un tiempo. Leo no era feliz, no disfrutaba como bien explicó Cappa, daba sensación de haberse cansado de jugar, de haberse cansado de ganar. Pero, después de esa ausencia y el consecuente bajón de su equipo, tanto el argentino como el Barça se vuelven a parecer a lo que se espera de ellos. Una cosa lleva a la otra. No es casualidad.

Desde que volviera de su lesión a primeros del mes de Enero, Messi ha ido de menos a más. Sus cifras eran buenas, pero las sensaciones daban que pensar. Diez goles en diez partidos en contraste con los ocho de las primeras trece jornadas hasta su lesión hacen ser optimistas pero el análisis debe ir más allá. Porque Messi siempre va a marcar goles pero, como dijo Mascherano, “lo importante con Messi no es los goles que marca, sino todo lo demás que provoca para el equipo”. Y, como casi siempre, ‘el jefecito’ tiene razón.

El juego de La Pulga nos da más información de la que nos dan sus estadísticas en el fútbol español. Empezamos viendo a ese Messi apagado y ahora vemos a un jugador con hambre, con ganas de volver a la senda del triunfo. En eso ha tenido mucha culpa la eliminatoria ante el City y las críticas que se han sucedido hacia el equipo en general y hacia su persona. Eso ha supuesto una reacción realmente temible para sus rivales, el próximo el Real Madrid.

Leo ya la pide continuamente, aparece por dentro y por fuera, se asocia, tira esas paredes vertiginosas en el balcón del área y se prodiga en esas fulgurantes conducciones eliminando rivales a su paso que tantos espacios generan tanto para él como para sus rivales. Además, intercala su faceta anotadora con la de asistente dándole más versatilidad y utilidad a su juego. Un juego que hace mejores a sus compañeros.

Ahí está la clave. Cuando Messi está bien, los demás son mejores. Porque La Pulga atrae a tantos rivales a su alrededor que sus compañeros pueden recibir en mejores situaciones. Sus asociaciones con Alves e Iniesta son temibles y el último pase que le genera Cesc es imparable.

En definitiva, parece que el astro argentino llega al Clásico al cien por cien. Malas noticias para el Real Madrid, inmejorables para el FC Barcelona. La Pulga está de vuelta y en Madrd lo saben. Veremos que prepara Ancelotti para intentar frenar todas esas cualidades de las que hemos hablando el próximo domingo. El Santiago Bernabéu dictará sentencia. Guillermo Fernández.