MESSI

El infierno de Cornellà-El Prat, primer desafío para el Barça en 2012

El Espanyol del argentino Mauricio Pochettino recibe al blaugrana de Messi y Guardiola, en el clásico catalán por la Liga española.

Los entrenadores del Espanyol, el argentino Mauricio Pochettino (i) y del FC Barcelona, Josep Guardiola, posan con las camisetas de sus respectivos equipos. Foto: EFE
Los entrenadores del Espanyol, el argentino Mauricio Pochettino (i) y del FC Barcelona, Josep Guardiola, posan con las camisetas de sus respectivos equipos. Foto: EFE

El Espanyol del argentino Mauricio Pochettino recibe al blaugrana de Messi y Guardiola, en el clásico catalán por la Liga española.

Tras el parón navideño y el aperitivo de la Copa del Rey, el FC Barcelona y RCD Espanyol retoman el pulso a la competición liguera con un derbi de alto voltaje marcado por el 1-5 logrado por los azulgranas la temporada pasada.

La afición blanquiazul no olvida la exhibición del Barça en su última visita en Cornellà-El Prat y prepara un ambiente hostil para el eterno rival, esperando que su equipo tome cumplida venganza mañana y se lleve los tres puntos en un derbi como local. Algo que no sucede desde la temporada 2006-07, cuando la escuadra perica venció en Montjuïc por 3-1.

Hace ya un mes que el Barcelona asaltó el Bernabéu en su último partido de Liga. Desde entonces, el equipo que dirige Pep Guardiola ha jugado cuatro partidos -dos del Mundial de Clubes y otros dos de Copa- con un balance favorable de 21 goles a favor y ninguno en contra.

Ahora, el torneo de la regularidad volverá a ponerle a prueba, con el desplazamiento más corto, pero uno de los más difíciles y probablemente el más hostil del año: el que le lleva al estadio del máximo rival ciudadano.

Para afrontar este nuevo reto, el técnico del Barcelona Pep Guardiola, no podrá contar con el delantero David Villa ni el centrocampista Ibrahim Afellay, pero recupera al centrocampista Andrés Iniesta, que hoy mismo ha recibido el alta tras estar quince días apartado de los terrenos de juego por una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda.

El técnico barcelonista podría regresar a la defensa de cuatro contra el Espanyol, con Alves y Abidal en los laterales y Puyol y Piqué en el eje, lo que dejaría fuera del once a Mascherano. El regreso de Iniesta en la medular y el de Alexis Sánchez acompañando a Messi y Cesc en la punta de ataque podrían ser las otras novedades en el once.

El Espanyol, como siempre, espera a su gran rival que tremenda motivación, consciente de que el ambiente que se vivirá en Cornellà-El Prat le hará rendir por encima de su nivel y deseoso de lograr una victoria histórica que le permita alcanzar los puestos europeos de la clasificación.

El conjunto blanquiazul ya ha pasado página a la derrota en la ida de la Copa del Rey ante el Córdoba (2-1) del pasado jueves y tiene ganas de recuperar sus buenas sensaciones ante los azulgranas.

El técnico españolista, Mauricio Pochettino, ha recuperado a parte de sus tocados para el encuentro de mañana, aunque el once inicial no presentará, a priori, grandes novedades.

Hasta conocer la lista de convocados de Pochettino después del entrenamiento de esta tarde, no se conocerá el estado físico definitivo de la plantilla del Espanyol. Aunque es probable que el lateral derecho Javi López y el mediocentro Raúl Baena puedan reaparecer en el derbi.

Además del 1-5 que los pericos encajaron la pasada temporada en su estadio, los locales suman en los últimos años una racha de malos resultados contra el eterno rival. En las diez temporadas anteriores el balance es de dos victorias, dos empates y seis derrotas para el Espanyol. La afición confía en que su equipo le de mañana la vuelta a esta dinámica.

En este sentido, la grada prepara un gran ambiente para recibir al Barça. Los seguidores del conjunto perico, que ahora está a un punto de la zona de que da derecho a disputar la Liga Europa intentarán llevar en volandas a su equipo.

Un buen test para saber si los azulgranas están dispuestos en seguir el ritmo en la Liga del Real Madrid, del que todavía le separan tres puntos.