Liga Europa

El Atalanta de Juan Musso goleó 3-0 a Bayer Leverkusen y se coronó campeón de la Europa League

Con tres goles de Ademola Lookman, Atalanta derrotó 3-0 a Bayer Leverkusen rompiendo la racha del invicto y coronándose campeón de la Europa League.

Con tres goles de Ademola Lookman, Atalanta derrotó 3-0 a Bayer Leverkusen rompiendo la racha del invicto y coronándose campeón de la Europa League.

Atalanta se proclamó este miércoles campeón de Liga Europa en una noche mágica, en la primera final europea de su historia, destrozando en Dublín a un histórico Bayer Leverkusen (3-0) y con el nigeriano Ademola Lookman como héroe absoluto, autor de un 'hat-trick' espectacular con el que glorificó a la diosa griega encarnada en un pequeño equipo de fútbol.

Eran 51 partidos seguidos los que el Leverkusen llevaba sin perder. Era una sensación de superioridad absoluta la que emanaba el equipo de Xabi Alonso durante toda la temporada. Era un 'triplete' histórico el que oteaba el combinado de las aspirinas, que portó el cartel de favorito en Dublín de manera merecida por su inolvidable año, en el que ganó una Bundesliga -la primera de su historia- para el recuerdo.

Pero el Atalanta, un equipo de la pequeña localidad de Bérgamo, situada a apenas 60 kilómetros de Milán, en el norte de Italia, se convirtió en aquella pequeña aldea gala irreducible de Astérix y Obélix, encarnados en Gasperini y Lookman, que quiso ser una excepción para escribir su propia historia.

Porque llegó a su primera final europea y la ganó. Y lo hizo con toda la determinación posible y con un héroe absoluto, un Lookman que pasará a la posteridad con una final de ensueño que culminó una campaña igualmente dorada y que regaló a la ciudad de Bérgamo un título inolvidable. La goleada de Anfield, el paseo ante el 'invicto' Leverkusen, el premio a la 'Era Gasperini', que impuso su plan al del técnico tolosarra. Este Atalanta es un pedazo de historia.

Fue un torbellino en la primera mitad. Los de Gasperini lograron lo que muy pocos habían logrado durante esta temporada: desdibujar a un Leverkusen que, perdido, superado en los costados, incapaz de superar la presión alta de los de Bérgamo, sucumbió en la primera mitad sin paliativos.

En concreto sufrió el desborde y el acierto de un Lookman que tuvo en este duelo su partido consagratorio. Gran conocido por las defensas en la Serie A, no pudo elegir mejor escaparate para presentarse en Europa, con un doblete que descosió al temido e invicto equipo de Xabi Alonso.

Primero en el minuto 12 tras una gran jugada colectiva. La calma de Koopmeiners para encontrar a Zappacosta, el pase atrás del carrilero italiano y el área lleno de jugadores 'nerazzurri'. Esa es la 'Dea' de Gasperini, la esencia de un equipo que asombró hace algunos años con un ataque desvergonzado y que ahora brilla también por su solidez en defensa. Justo la que le faltó a Hincapié, totalmente dormido en el corazón del área y dejando el bandeja el remate al protagonista de la noche.

Celebró Gasperini, celebró Bérgamo. Pero para Lookman no fue suficiente. Aprovechando el mareo de un Leverkusen noqueado y frío por la situación que vivía, el nigeriano decidió sacarse de la chistera uno de los goles del torneo. Recibió en el balcón del área y todo el mundo supo que iba a buscar la puerta con una diagonal. Le tiró un caño precioso a Xhaka y la puso al palo largo, inalcanzable para la estirada de Kovar.

La primera parte de la diosa griega fue perfecta, muy superior al equipo de la aspirina que, eso sí, tuvo en pies de Grimaldo el gol del empate, pero el español no acertó a definir por encima de Musso en la más clara para los alemanes, que agradecieron el descanso.

Fue cuando Xabi Alonso tocó la primera tecla. Fuera Stanisic, defensa, y dentro Boniface, delantero. La consigna del Leverkusen era clara, no tenía otra opción que volcarse en ataque. Pero ni con esas consiguió inquietar a un Atalanta que cerró filas con un Ederson omnipresente y que continuó generando peligro a la contra con un Lookman desatado, con un Koopmeiners superlativo y un Scamacca solidario.

Sólo la calidad individual de los Wirtz, Boniface, Grimaldo o Xhaka generó alguna duda, siempre solventada o por la zaga bergamasca o por un Musso gigante bajo palos.

Pero es que esta noche no era para nadie del equipo germano. Ni los emblemáticos minutos finales del Leverkusen en los últimos partidos pudieron comparecer ante el terremoto italiano, que se pronunció en la escala de Ritcher algún grado más con otra obra maestra, la tercera de Lookman. La mejor de la noche para el final, debió pensar. Un regate perfecto, desbordando con una facilidad pasmosa para ser el minuto 75, y un disparo con la zurda directo a la escuadra.

El tanto puso fin al partido. La diosa griega Atalanta, reencarnada en un pequeño equipo de Bérgamo, se convirtió en campeona, agrandando su historia, consiguiendo el segundo título de su historia tras la Copa Italia del 1963 justo una semana más tarde de haber perdido la tercera final de Copa en 5 años. Y amargando a un Leverkusen que, de igual manera, y con permiso de la 'Dea', pasará a la historia.

PREVIA

Tras 51 partidos invicto, una Bundesliga en el bolsillo y el sueño de conquistar el triplete en su centésimo vigésimo aniversario, el Bayer Leverkusen el español Xabi Alonso desafía en la final de la Liga Europa a un Atalanta que disputará en el Aviva Stadium de Dublín la primera final europea de su vida, una pelea a todo corazón tras la que el vencedor reescribirá su propia historia.

La ilusión de los de Bérgamo y Leverkusen se da cita en Dublín. Allí, dos equipos que han rubricado una temporada que será siempre recordada, cada una en su propia medida, buscarán aumentar su gesta en un partido que supondrá un hito gane quien gane. El Leverkusen, por mantener el invicto y acercarse a un triplete histórico; el Atalanta, por ganar su primer título europeo en el primer intento.

Sus últimos dos enfrentamientos, en los octavos de esta misma competición en 2022, cayeron del lado italiano, pero lejos quedan ya esos tiempos y el Leverkusen se ha convertido en una potencia del fútbol europeo.

Los alemanes, grandes favoritos y absolutos dominadores de la competición, llegan a la capital irlandesa con la moral por las nubes. Xabi Alonso tiene a disposición a todos los efectivos de su plantilla y solo hay debate en relación a los once que saltarán al campo. Se espera que vuelva a alinear en la portería al checo Matej Kovár, portero suplente habitual del cuadro germano -el titular es el capitán del equipo Lukas Hradecky-, pero que el tolosarra ha colocado bajo palos a lo largo de la segunda competición continental.

Los de rojo y negro han llegado a la final tras una inmaculada fase de grupos, en la que ganaron los seis encuentros que disputaron, y tras superar tres eliminatorias en las que sí tuvieron que hacer a alarde de una las armas preferidas del equipo de la aspirina: las remontadas inverosímiles.

Así fue como sobrevivieron al Qarabag azerí en octavos de final, anotando dos goles en el descuento del partido de vuelta para obtener, in extremis, la clasificación para cuartos de final.

En la ronda de los ocho mejores, también tuvieron que recurrir a la épica para superar al West Ham inglés, dado que tanto los goles para vencer 2 a 0 en el partido de ida, como para empatar a uno en la vuelta, llegaron al final de ambos partido.

E igualmente hasta el límite hubieron de llegar los de Xabi Alonso para acceder al duelo final. En lo que parecía que serían unas placenteras semifinales frente al Roma tras vencer en el Olímpico por 0 a 2 en la ida, dos tantos de penalti daban la paridad a la eliminatoria en el choque de vuelta para los 'giallorossi'.

Sin embargo, se recompusieron para, con otros dos goles -uno en propia puerta y otro del croata Stanisic- al filo del desenlace, mantener el invicto y certificar el pase a Dublín. El penúltimo partido -todavía les faltaría la final de la Copa de Alemania frente al Kaiserslautern- para poder seguir manteniendo la etiqueta del "Winnerkusen".

Una etiqueta que Gian Piero Gasperini y sus hombres, con el belga Charles De Ketelaere y el italiano Gianluca Scamacca como primeras espadas, quiere destrozar. Con el aliciente de la gesta en Anfield en cuartos de final, un 0-3 ante un Liverpool favoritísimo, la 'Dea' quiere dar la segunda sorpresa de la temporada ante la sensación europea para coronar con un título el proyecto de este equipo de Bérgamo que lo busca desde hace varios años.

Este año rozó la Copa Italia, el único trofeo que tiene en sus vitrinas y que conquistó en 1963. Una temporada histórica en la que el equipo cerró su regreso a Liga de Campeones, pugnó por la Copa y peleará por el gran objetivo europeo. Para ello, el técnico formará con su once de gala a excepción del neerlandés Marten de Roon, un símbolo de la 'Era Gasperini', lesionado precisamente en esta final copera.

Sea como fuere, gane quien gane, en Dublín, Atalanta o Leverkusen reescribirán su historia con una nueva gesta. La ilusión del invicto y el triplete contra el deseo de un título europeo en su primera final.