Copa Sudamericana

Por: Redacción deportes • Futbolargentino.com

Tyson Fury se masturba siete veces al día como parte de su rutina de entrenamiento

El boxeador británico se prepara para el 22 febrero día en el que peleará por el título de los pesos pesados del CMB con Deontay Wilder. 

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El boxeador británico se prepara para el 22 febrero día en el que peleará por el título de los pesos pesados del CMB con Deontay Wilder. 

Tyson Fury aspira a consagrarse como el mejor boxeador del planeta y para lograr esto ha iniciado una dura preparación que lleva meses. Una estricta rutina que no solo incluye dieta y constante ejercicio -que lo han llevado al británico a cambiar radicalmente su físico- sino que además se masturbar siete veces por día.

Así lo reveló el propio boxeador de 31 años cuando realizó la primera conferencia de prensa de cara al esperado duelo ante Deontay Wilder que se disputará el 22 de febrero en Las Vegas. 

Se trata del segundo combate entre ambos. Pues el primero, realizado en diciembre de 2018 había sido empate, por lo que el estadounidense se quedó con sus cinturones de campeón.

"Estoy haciendo muchas cosas que antes no hacía. Estoy comiendo cinco / seis comidas al día, bebo ocho litros de agua". Pero lo llamativo fue lo que contó inmediatamente después: "Me masturbo siete veces al día para mantener mi testosterona bombeando".

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"Tengo que mantenerme activo y la testosterona fluyendo para la pelea. No quiero que bajen los niveles", insistió entre risas.

Sin embargo, diversos estudios, como el realizado por la Universidad de Zhejiang en 2018, han determinado que la abstinencia dispara los niveles de testosteronas y no los constantes orgasmos, los cuales provocan un nivel de relajación que sí sirve para evitar lesiones musculares, entre otros aspectos. Aunque las investigaciones de otros institutos difieren en sus resultados.

Fury supo ser campeón del mundo a finales de noviembre del 2015 cuando derrotó por decisión unánime a Vladimir Klichko en la categoría de los pesados. Sin embargo, al año siguiente, cuando planeaba disputar la revancha contra el ruso, un doping positivo por cocaína arruinó su carrera.

Fue entonces cuando cayó en la depresión tras ser despojado de sus cinturones y su licencia de boxeo: "Bebí, me drogué y estuve afuera toda la noche con distintas mujeres (...) pero cuando la bebida desaparece, te deja con una mala resaca y una depresión aún peor". Incluso llegó a pensar en el suicidio.

Tras perder los títulos IBF, IBO,WBO y WBA el boxeador aseguró que su peso se incrementó "por el consumo excesivo de cerveza. Hay 500 calorías en una pinta y yo tomaba 18 de ellas seguidas, whisky y vodka".

Tyson Fury pudo resurgir de sus cenizas y volver al ruedo. Fueron meses de rehabilitación por los que pasó para subirse nuevamente a un ring en el que sumó cuatro victorias y un empate frente al campeón mundial de los pesos pesados del CMB, Deontay Wilder. Ahora, buscará revancha en Las Vegas.