El frío, un problema para Neymar

Uno de los pocos jugadores de la selección brasileña que no está acostumbrado a jugar en bajas temperaturas.

El jugador del selecionado de fútbol de Brasil Neymar durante un entrenamiento. Foto: EFE
El jugador del selecionado de fútbol de Brasil Neymar durante un entrenamiento. Foto: EFE

Uno de los pocos jugadores de la selección brasileña que no está acostumbrado a jugar en bajas temperaturas.

El frío del invierno austral argentino es un problema para Neymar, uno de los pocos jugadores de la selección brasileña que no está acostumbrado a jugar en bajas temperaturas y que hoy tuvo que oír una advertencia por ir demasiado abrigado.

El seleccionador brasileño, Mano Menezes, llamó la atención a Neymar en tono didáctico en el entrenamiento de hoy para que se quitase un gorro para el ejercicio de remates de cabeza, después de que el delantero cabecease una vez por encima del arco.

"Eso es lo que te está molestando", le dijo Menezes pausadamente, señalando el gorro que Neymar llevaba calado hasta las cejas para protegerse del viento helado, que está siendo habitual en la preparación de Brasil para la Copa América.

Neymar asintió obediente al aviso del entrenador, se descubrió la cabeza y se atusó la cresta antes de volver al ensayo de la jugada.

Además de Neymar, Ganso, Lucas Moura y los porteros suplentes son los únicos de la selección brasileña que no han conocido el rigor de los inviernos de Europa.

La estrella del Santos tan solo ha sufrió algunos días de frío moderado en viajes puntuales en la Copa Libertadores, como a comienzos de junio, cuando visitó al Peñarol en Montevideo en la ida de la final de la Copa Libertadores.

A pesar de las bajas temperaturas, la selección realizó hoy una sesión de entrenamiento por la tarde. La primera hora se llevó a cabo sin la presencia de periodistas, para ensayar jugadas de estrategia a balón parado.

Después ante la prensa, el equipo brasileño practicó los centros al área e hizo una sesión intensiva de juego al toque, sin porterías.

La parte final del entrenamiento fue bastante distendida, con el protagonismo absoluto de Neymar, que no pierde ocasión de juguetear con sus compañeros cuando el suena el silbato del seleccionador.

El joven delantero es el más irreverente de la concentración y rompe la monotonía a base de empujones, provocaciones, chistes y abrazos, que regala principalmente a sus amigos Paulo Henrique Ganso y Robinho, aunque nadie escapa a sus bromas.

Neymar saltó hoy a los brazos del portero Julio César e intercambió empujones entre risas con Elías, centrocampista del Atlético Madrid, cuando se estaban desafiando en el lanzamiento de penaltis al final de la sesión. EFE

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