Un Brasil rejuvenecido sueña en aguarle la fiesta a los anfitriones

El DT Mano Menezes de momento le cede el favoritismo a la Albiceleste, pero las jóvenes figuras están ávidas de títulos y de repetir lo del 2004 y 2007.

Los jugadores la selección de Brasil (izq a der): Raires, Dani Alves, Lucas Leiva y Alejandro Pato participan de un entrenamiento en un hotel de la localidad Los Cardales, al norte de Buenos Aires. Foto: EFE
Los jugadores la selección de Brasil (izq a der): Raires, Dani Alves, Lucas Leiva y Alejandro Pato participan de un entrenamiento en un hotel de la localidad Los Cardales, al norte de Buenos Aires. Foto: EFE

El DT Mano Menezes de momento le cede el favoritismo a la Albiceleste, pero las jóvenes figuras están ávidas de títulos y de repetir lo del 2004 y 2007.

Brasil acude a la Copa América rejuvenecido, dispuesto a aguarle la fiesta a Argentina, anfitriona y favorita, y a extender su hegemonía después de haber ganado las dos últimas ediciones del torneo.

El seleccionador Mano Menezes de momento le cede el favoritismo a la "albiceleste", pero las jóvenes figuras recién incorporadas están ávidas de títulos y de repetir los resultados de 2004 y 2007, cuando Brasil ganó en la final a una Argentina a la que se consideraba como principal candidata al triunfo.

Al tomar el testigo de Dunga tras el varapalo del Mundial (Brasil cayó en cuartos ante Holanda), Menezes inyectó sangre joven y talentosa a la selección con el compromiso de recuperar el "juego bonito" que siempre fue la marca registrada de Brasil.

El joven delantero Neymar se ha convertido en el máximo referente de esa renovación generacional y a sus 19 años tiene un lugar prácticamente asegurado en el ataque.

La velocidad, versatilidad e irreverencia de este punta imprevisible son garantía de gol y buen juego para Brasil, aunque su mayor peligro es su falta de experiencia y su tendencia al individualismo.

Neymar acude a Argentina después de proclamarse con el Santos campeón de la Libertadores con una victoria por 2-1 sobre el Peñarol, en una final en la que abrió el marcador al inicio de la segunda mitad.

La otra joven figura que más destaca en la nómina de la pentacampeona del mundo es el mediapunta Paulo Henrique Ganso, de 21 años, también del Santos, a quien Menezes ha descrito como su jugador "más completo".

Debido a las lesiones, Ganso solo ha podido jugar un partido con Brasil, pero su pericia para distribuir, su prestancia y elegancia en el juego lo sitúan como el más indicado para sustituir a Kaká.

El jugador del Real Madrid, la principal ausencia de Brasil, pidió a Menezes no ser convocado porque no se siente preparado después de una temporada difícil, en la que sufrió varias lesiones.

Menezes planea jugar con un esquema 4-3-3 en el que mezclará a jóvenes y veteranos con experiencia en mundiales anteriores para intentar equilibrar el equipo y darle más consistencia.

El experimentado Fred (Fluminense) es el principal candidato a ocupar el puesto de delantero centro en ese esquema, que completarán dos de estos tres jugadores, según el partido: Neymar, Robinho y Alexandre Pato.

Los dos puntas del Milán se han convertido en las estrellas más consagradas del nuevo Brasil y en sus manos está aportar la veteranía que se han ganado en sus años en el fútbol europeo.

Lucas Leiva (Liverpool) y Ramires (Chelsea) son los centrocampistas que más han jugado al mando de Menezes y serán los probables escuderos de Ganso, quien estará encargado de conectar la zona media con el ataque.

La defensa es la zona con menos dudas para el seleccionador: Daniel Alves (Barcelona), Lucio (Inter de Milán), Thiago Silva (Milán) y André Santos (Fenerbahce) son sus preferidos, así como la portería, de nuevo en manos de Julio César (Inter de Milán).

Con esta receta, Brasil ha limado la versión más rocosa que ofreció en el Mundial y, por momentos, ha desplegado un juego por lo general más vistoso, aunque no siempre efectivo.

En este primer año el nuevo Brasil ha goleado con holgura a selecciones inferiores como EE.UU., Irán, Ucrania o Escocia, pero tuvo que trabajar duro para ganarle a Rumanía por 1-0, en el partido de homenaje a Ronaldo.

Ante rivales de categoría, ha vuelto a ofrecer su cara más gris y ha mostrado que el grupo todavía no está compenetrado y tiene dificultades para generar ocasiones de peligro ante defensas bien plantadas.

Así Brasil perdió por 1-0 ante Francia y Argentina y empató sin goles contra Holanda, en un duelo que terminó entre abucheos de la afición brasileña.

Mano Menezes, con aire flemático, ha pedido calma y espera que la Copa América sirva para mejorar en los automatismos de juego, en la fluidez de las transiciones y en la profundidad de los ataques.

El técnico confía en acceder a las fases finales del torneo, aunque sabe que cualquier cosa que no sea ganar el título añadiría presión, teniendo en cuenta que Brasil ganó en Perú 2004 y Venezuela 2007.

De los ocho títulos continentales que relucen en el palmarés de Brasil, cuatro fueron facturados en las últimas cinco ediciones del torneo. 

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