Para Batista, equipo que gana no se toca

Argentina jugará el sábado ante Uruguay, en los cuartos de final de la Copa América, con el mismo equipo que derrotó a Costa Rica (3-0) en el cierre de la fase de grupos.

Argentina jugará el sábado ante Uruguay, en los cuartos de final de la Copa América, con el mismo equipo que derrotó a Costa Rica (3-0) en el cierre de la fase de grupos.

Esa victoria que le clasificó a la segunda ronda de la competición ha sido determinante para que el seleccionador Sergio Batista decidiera mantener la alineación en el clásico rioplatense, entre los combinados que ocuparon el cuarto y el quinto puesto en el Mundial de 2010

En una situación límite, el técnico dio crédito a Gago, Di María y Agüero y dejó en el banquillo a Banega, Cambiasso y Tevez, con lo cual el equipo logró un rendimiento que hizo sentir cómodo a Lionel Messi y consiguió una necesaria distensión en su intimidad y a su alrededor.

La selección albiceleste, Batista, la afición y la prensa de Argentina estaban al borde de un ataque nervios tras los empates ante Bolivia y Colombia y frente a la posibilidad de que los "ticos" hicieran historia.

Messi estuvo arropado por un Gago eficiente, ágil, atento, como no se lo veía hacía mucho tiempo, que le dio el balón al mejor del mundo a cada rato tras afirmarse tempranamente en el partido, y Argentina recuperó con Di María y Agüero un poder de fuego que se le había humedecido en el frío invierno austral.

‘La Pulga’ volvió a ser determinante, la situación cambió y el equipo cerró un capítulo mal barajado. Pasó la primera mitad del torneo con el hallazgo de un hecho positivo y el entrenador entendió que ya no quedaba tiempo para nuevos experimentos.

Se dirá que una cosa era Costa Rica y otra muy distinta es Uruguay, pero los análisis que hace Batista a estas alturas no tienen tanta relación con el rival sino, de manera principal, con circunstancias propias.

Antes del último partido de la fase de grupos, Costa Rica aparecía casi con las mismas posibilidades locales de clasificación, lo cual surgía de un pobre rendimiento argentino ante Bolivia y paupérrimo frente a Colombia, y de una convincente victoria de los costarricenses frente a los bolivianos por dos goles de diferencia.

La comprobación de que estos eran efectos que provocaban distorsiones quedaron más o menos claros después del 3-0 del lunes en Córdoba.

Que Messi esté cómodo, que Gago haya encontrado su destino, que Agüero sea el goleador del torneo con tres tantos y que Di María aporte más que Cambiasso en función ofensiva son razones que terminaron de manera tajante con el insomnio de Batista.

El técnico expuso su decisión de mantener la alineación este jueves cuando mostró el equipo durante un breve partido con un equipo de juveniles: Romero; Zabaleta, Burdisso, Gabi Milito, Zanetti; Mascherano, Gago, Di María; Messi, Higuaín y Agüero.

Antes, y bajo una intensa llovizna, la plantilla efectuó algunos ejercicios tácticos y dejó para el viernes, a puerta cerrada, la tarea de afinar jugadas a balón parado antes de viajar a Santa Fe, donde se disputará el partido con Uruguay.

Cuando el jefe de prensa de la federación (AFA), Andrés Ventura, anunció que el jugador elegido para hablar con la prensa era Messi, los periodistas dejaron de espiar el partidillo -el entrenamiento no era abierto para la prensa- y colmaron la sala de conferencias del campo deportivo de la entidad.

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