Germán Pezzella considera que en Italia se tensó "la soga" tras la crisis del coronavirus

Germán Pezzella fue uno de los primeros futbolistas en recuperarse del coronavirus en Italia.

Germán Pezzella. Foto: EFE
Germán Pezzella. Foto: EFE

Germán Pezzella fue uno de los primeros futbolistas en recuperarse del coronavirus en Italia.

El central argentino de la Fiorentina Germán Pezzella dijo este miércoles que en Italia se tensó "la soga" durante unas semanas al afrontar la pandemia del coronavirus y mostró su seguridad en que la vuelta a la competición irá en paralelo al regreso a la normalidad de la ciudadanía y que, por ello, se hará con plenas garantías de salud para todos.

Pezzella ha superado el coronavirus y reflexionó sobre la situación y expectativas de la sociedad y el fútbol en una entrevista con la radio del Betis, en el que militó entre 2015 y 2017, y desde el que, tras jugar 66 partidos en dos temporadas, fue traspasado al club de Florencia, ciudad desde la que deseó que la situación "pase rápido para todos".

"Gracias a Dios, todo quedó atrás", afirmó el zaguero de Bahía Blanca sobre sus sensaciones de una enfermedad que, según recordó, se le descubrió después de volver al club tras jugar en Udine y constatar que un compañero se había sentido mal y que él mismo se sentía débil aunque sin fiebre. Al ver que otro futbolista había sido ingresado tras sentirse bastante mal, se hizo la prueba y dio positivo.

El central internacional argentino, quien destacó la incertidumbre que ha pasado, dijo que hace un mes, cuando le fue detectado el coronavirus, las incógnitas eran mayores porque en la Fiorentina hubo ocho personas afectadas y "cada una tuvo síntomas diferentes en cuanto a gravedad", ya que en una cursó con fiebre alta, en otras con malestar y en él, "con un poquito de las dos".

Fue en este punto cuando pasó de lo particular a lo general y de lo pasado a las expectativas de futuro de la competición en Italia, algo que consideró "impredecible" y que, en todo caso, estará supeditado a las "garantías de que nadie pueda contagiarse", ya que en las semanas previas a la suspensión y el confinamiento el zaguero dijo que se pudo "tirar de una soga tensa".

Basó su afirmación en que en esas fechas viajaron a Udine y jugaron también a puerta cerrada tras una suspensión en una zona calificada de "riesgo", y señaló que estas situaciones no se volverán a repetir en una eventual vuelta a la competición, para la que espera que se prevengan mejor situaciones que anteriormente no se valoraron "en su magnitud necesaria".

Se mostró seguro de la reanudación de la competición con todas las garantías para todos, aunque manifestó que se hará con seguridad a puerta cerrada, algo que calificó como "surreal" porque el fútbol "son emociones" y porque, como jugador, tiene que "preparar la cabeza de otra manera", mentalizarse para jugar donde no hay nadie. "Se escucha todo", subrayó.

Igualmente, señaló que todo será, en Italia y por extensión en España, "impredecible deportivamente" después de dos meses de encierro: "No se sabe qué pasará", dijo.

Afirmó que "lo normal en todos los sentidos" será acabar la temporada por razones de índole variada, desde las deportivas a las económicas -"el sistema se vería muy comprometido", aventuró-, aunque todo deberá "estar alineado a que no va a pasar nada malo", por lo que "si hay que atrasar el campeonato, hacerlo", porque "hay mucha gente involucrada que puede sufrir".

Entre otros asuntos, se mostró seguro de la adaptación de su compatriota Guido Rodríguez, quien llegó al Betis en el pasado mercado de invierno desde el América de México y al que calificó de "jugadorazo".

Asimismo, también se refirió a la huella dejada en Florencia por el capitán bético, Joaquín Sánchez, en los dos años en los que militó en el Fiorentina, donde fue considerado "uno de los mejores extremos de los últimos tiempos". "No hay persona que te hable mal de Joaquín", dijo. EFE

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