Sergio Romero, de portero cuestionado a figura inesperada de Argentina

Sergio Romero se transformó hoy en la figura inesperada de la selección argentina, en el agónico triunfo ante Irán que le garantizó la clasificación a octavos de final al conjunto albiceleste.

Sergio Romero, de portero cuestionado a figura inesperada de Argentina. Foto: EFE
Sergio Romero, de portero cuestionado a figura inesperada de Argentina. Foto: EFE

Sergio Romero se transformó hoy en la figura inesperada de la selección argentina, en el agónico triunfo ante Irán que le garantizó la clasificación a octavos de final al conjunto albiceleste.

El actual guardameta del Mónaco francés, sin mucha actividad en esta temporada, llegó a esta cita ecuménica en Brasil con algunas dudas sobre su titularidad y su potencial desempeño en la portería.

Sin embargo, sus actuaciones destacadas ante Bosnia en el estreno mundialista en el estadio Maracaná y frente a Irán en el agónico triunfo del Mineirao, le valieron un reconocimiento tanto en la propia plantilla como por parte de los medios especializados.

"La figura fue el grupo porque trabajamos en un partido muy duro, porque sabíamos que Irán no nos iba a regalar nada, como lo había demostrado ante Nigeria", enfatizó el exarquero de Racing Club, AZ Alkmaar de Holanda y Sampdoria de Italia.

Romero logró esta presentación sobresaliente ante los asiáticos justo en el encuentro que alcanzó sus 49 presencias en la valla argentina, que le permitió igualar la marca de Roberto Abbondanzieri en la historia de la selección y quedar sólo por detrás de Ubaldo Matildo Fillol, que totaliza 58 partidos con la casaca albiceleste.

"Gracias a Dios, el 10 frotó la lámpara y nos permitió quedarnos con los tres puntos y la clasificación para irnos tranquilos a casa", sostuvo Romero sobre la agónica victoria.

Al ser consultado sobre su desempeño, el jugador que fue oro olímpico en Pekín 2008 afirmó: "Yo trato de hacer mi trabajo. Gracias a Dios le pude dar una mano a mis compañeros como ellos siempre me hacen disfrutar cuando convierten en el arco rival".

El guardameta sufrió mucho durante los últimos dos años de eliminatorias sudamericanas porque si bien mostraba actuaciones convincentes con la selección no encontraba continuidad en Europa.

Su cambio de la Sampdoria al Mónaco francés tampoco le permitió continuidad pero recibió un fuerte respaldo del seleccionador Alejandro Sabella que durante toda la previa al Mundial ratificó la titularidad de 'Chiquito'.

"Siempre estoy agradecido al técnico que me ratificó su confianza aún en los momentos más duros. Pero no quiero hablar en lo personal sino de este grupo que no se quiere perder ni un entrenamiento para conseguir hacer realidad ese gran sueño que tenemos todos", enfatizó.

Con un gran apoyo de sus compañeros de puesto, Agustín Orion y Mariano Andújar, el número uno titular de esta selección albiceleste siempre habla de este 'grupo de amigos' que, junto con el entrenador del puesto Juan José Romero, tiran todos para el mismo lado.

Las luces del Mineirao se apagan y los cánticos de los más de 30.000 argentinos dejan lugar al silencio, ese que le permite a Sergio Romero dejar en el pasado las críticas con dos actuaciones mundialistas sobresalientes que le brindan seguridad al sueño de la triple corona. EFE

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