Coronavirus: guerras y tensiones políticas ya pararon el fútbol antes del COVID-19

La pandemia del coronavirus ha paralizado el fútbol en casi todo el continente europeo. 
 

Actualización
Futbolargentino.com
Futbolargentino.com

La pandemia del coronavirus ha paralizado el fútbol en casi todo el continente europeo. 
 

Guerras de todo tipo, así como diversas situaciones de tensión política o social ya detuvieron el fútbol en Europa a lo largo del siglo XX, aunque nunca hubo un parón tan generalizado como el ocasionado en este 2020 por la pandemia del coronavirus.

Las dos guerras mundiales del siglo XX (de 1914 y 1918 la primera y desde 1939 a 1945, la segunda) han provocado la mayor incidencia sobre este deporte, en especial en los países más potentes a nivel futbolístico del continente (Alemania, Francia, Italia o los de las Islas Británicas).

La guerra en la antigua Yugoslavia al final del siglo pasado también condicionó la práctica del fútbol, así como la invasión soviética de Hungría o la creación de nuevos Estados.

Por lo que respecta al caso de España, la Guerra Civil (1936-1939) no interrumpió competiciones puesto que al dar comienzo, en el mes de julio, éstas no habían empezado, aunque el calendario de la Liga 36-37 ya estaba confeccionado. Hasta 1939 no hubo campeonato de Liga durante tres temporadas.

Así lo explica el historiador del fútbol José del Olmo en un artículo publicado en los Cuadernos de Fútbol que edita el Centro de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE).

Del Olmo considera que en la mayoría de los casos analizados, diferentes todos ellos en su origen al actual, las competiciones que no finalizaron dejaron el título desierto y que en aquellos en los que se proclamó un campeón "siempre hubo un trasfondo político".

En su estudio hace hincapié en competiciones como la de Alemania, que no se disputó con normalidad durante los dos periodos bélicos en un país en el que no había una liga unificada, sino varios campeonatos regionales que daban paso a una fase final.

Como las fronteras del país variaban con frecuencia, los campeonatos regionales también lo hacían. Los interrumpidos durante la Segunda Guerra Mundial se declararon no disputados.

Austria, Bélgica u Holanda también vieron como la normalidad decrecía a medida que avanzaban los conflictos bélicos y Francia vio como a partir de 1939, al quedar dividida en dos zonas, hubo campeonatos separados que nunca recibieron el reconocimiento de título nacional.

En las Islas Británicas hubo torneos alternativos o de emergencia en Escocia a partir también del año 1939 que no tuvieron reconocimiento oficial y en Inglaterra se suspendió el campeonato 15-16 durante la Gran Guerra y posteriormente el de la 39-40 tras la disputa de tres jornadas y con el Blackpool como líder.

El "scudetto" italiano se suspendió en la campaña 43-44 también por la guerra, mientras que en la Unión Soviética, la liga unificada que se había estrenado en 1936 fue interrumpida en 1941. En 1944 se volvió a competir con el torneo de Copa y en 1945 se reinstauró la Liga.

Yugoslavia vivió campeonatos separados en Croacia-Eslovenia y Serbia durante la guerra, que volvieron a unificarse en la temporada 46-47.

Mucho tiempo después, la campaña 98-99 no se pudo finalizar como consecuencia de los bombardeos por parte de las fuerzas de la OTAN. El campeonato se interrumpió a falta de diez jornadas. En junio de 1999, la Federación proclamó campeón al Partizán, equipo que era líder en el momento del parón.

Chipre vive una situación marcada por las tensiones entre las comunidades griega y turca de la isla. Por un lado se desarrolla la liga oficial organizada en la parte griega, pero tras la creación del estado no reconocido de Chipre Septentrional, bajo tutela turca, allí se juega otra competición al margen de la UEFA desde 1974.

También se analiza en el estudio los casos de Albania, Azerbaiyán, Bulgaria, Checoslovaquia (Chequia y Eslovaquia), Finlandia o Grecia, sin campeonato de Liga entre 1940 y 1945.

Situaciones similares se vivieron en Irlanda, Irlanda del Norte, Israel, Luxemburgo, Malta, Noruega, los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), integrados en la Unión Soviética entre 1945 y 1990, Polonia, Rumanía o Ucrania. EFE