El ex jugador de Barcelona que pasó a ser suplente "por ser negro"

Malcom es otro de los tantos jóvenes sudamericanos que tienen una carrera ascendente rápida. Pasó de Corinthians a Girondins de Burdeos, en Francia, donde cautivó a todos con su nivel de juego: velocidad, gol y potencia en sus 21 años. Ahí fue cuando llamó la atención de Roma, que estuvo a un paso de ficharlo (incluso lo anunció como refuerzo), pero terminó yendo a Barcelona por 40 millones de euros.

Sin embargo, acá empezó su caída. Ernesto Valverde, entrenador del club, manifestó que no fue un pedido de él y lo tuvo en cuenta en algunos partidos de la temporada pero en general desde el banco de suplentes. Aún así, logró sumar 24 partidos y anotó 4 tantos. Con estos números que no son tan malos, el brasilero sabía que necesitaba de minutos y llamó la atención de Zenit.

El equipo ruso que tiene algunos argentinos en sus filas puso los ojos en él y pagó 45 millones de euros por Malcom, pero su llegada iba a ser de las más dolorosas para un jugador. La hinchada del equipo de San Petersburgo es reconocida por su lamentable comportamiento racista y al tener un jugador negro, pusieron una pancarta irónica contra el jugador y la dirigencia que decía: "Gracias por respetar nuestras tradiciones"

Se trata de que el equipo tiene un fuerte rechazo a los jugadores de origen africano o sudamericano y al delantero se lo hicieron saber. En lo que fue de su llegada a mitad de año hasta ahora, sólo jugó 60 minutos en 2 partidos y en general miró los partidos desde el banco. Ahora, lamentablemente sufrió una lesión y quedó afuera de la lista, pero todo indica que su decisión fue la peor de todos.

Obviamente, no todo está perdido. Tiene apenas 22 años y el potencial lo mostró en Francia, pero lo importante es mostrar que pudo superar todos estos temas en contras a nivel psicológico que no tienen mucha explicación. ¿Por qué? Porque en ese mismo club juega Wilmar Barrios, el colombiano ex Boca, que pese a su color de piel, es titular en Zenit y nadie parece decir nada. Eso sí, Malcom parece sufrir la presión de la hinchada que no lo quiere "por ser negro".