Un comienzo complicado del Marsella de Bielsa y el Mónaco de Jardim

La liga francesa comenzó con dos apuestas arriesgadas en los banquillos, la llegada del argentino Marcelo Bielsa al Olympique de Marsella y la del portugués Leonardo Jardim al Mónaco, dos técnicos que han comenzado mal el campeonato.

Un inicio complicado del Marsella de Bielsa y el Mónaco de Jardim en Francia. Foto: EFE
Un inicio complicado del Marsella de Bielsa y el Mónaco de Jardim en Francia. Foto: EFE

La liga francesa comenzó con dos apuestas arriesgadas en los banquillos, la llegada del argentino Marcelo Bielsa al Olympique de Marsella y la del portugués Leonardo Jardim al Mónaco, dos técnicos que han comenzado mal el campeonato.

Los dos prestigiosos preparadores acumulan fuertes críticas, después de que el Marsella haya sumado un solo punto en los dos primeros partidos ligueros y el club del Principado haya encadenado dos derrotas.

Bielsa y Jardim, en cuyas espaldas reposan las esperanzas de dos equipos con grandes ambiciones, comienzan a conocer la exigencia del campeonato francés.

El argentino, de 59 años, no ha logrado por el momento imprimir en el Marsella su juego característico basado en la posesión del balón y en el control del juego.

Su labor no era fácil. Tras sus brillantes años al frente del Athletic de Bilbao, el técnico de Rosario tenía la responsabilidad de llevar al Marsella, uno de los clubes más seguidos de Francia, tras la estela del París Saint-Germain, la referencia en los últimos años tras haber ganado las dos pasadas ligas.

Sin el respaldo financiero que los propietarios cataríes han puesto en manos del PSG o que el dueño ruso del Mónaco dota al club del Principado, Bielsa debe construir un equipo solvente, basado en su fútbol característico.

Por el momento, el resultado está lejos de ser el esperado. El equipo ha dejado una mala imagen, sobre todo el pasado domingo contra el Montpellier (0-2) durante su debut ante su público en el estadio Velódromo.

Los métodos de Bielsa, expeditivos, han provocado además tensión en el club. El técnico argentino apartó de los entrenamientos a varios de los jugadores más queridos por la afición. Además, no dudó en criticar a la directiva, a quien acusó de no haber hecho los fichajes que se habían comprometido antes de su firma.

En su primera experiencia al frente de un club no hispanohablante, el entrenador mantiene sus costumbres, su voracidad por el trabajo y su apatía por los medios de comunicación, a quienes ha dedicado solo dos ruedas de prensa, una antes de cada partido liguero.

En los periódicos locales comienzan a saltar las alarmas sobre la mala adaptación de Bielsa al Marsella, un club conocido por haber quemado entrenadores, presidentes y estrellas en el terreno de juego.

Jardim tiene menos presión mediática, porque el Mónaco carece del arrastre del Marsella. El técnico portugués llegó con el objetivo de dar un barniz ofensivo al proyecto multimillonario encarnado por el multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev.

Y con la misión de hacer olvidar al italiano Claudio Ranieri, considerado en el Principado como demasiado clásico, pero que dejó el listón muy alto, con el segundo puesto en liga y el récord de puntos jamás sumados por el club en toda su historia.

Al entrenador portugués, que muchos sitúan en la estela de José Mourinho, se le suponen métodos revolucionarios, que ya puso en práctica en el Olympiacos y en el Sporting de Lisboa.

Pero por el momento el experimento ha salido mal. Perdió en casa contra el Lorient (1-2) en la primera jornada y el pasado fin de semana salió goleado de Burdeos (4-1).

El técnico pide tiempo y recuerda que este verano ha perdido a la estrella colombiana James Rodríguez, traspasado al Real Madrid por unos 80 millones de euros, mientras que su compatriota Radamel Falcao todavía no está operativo al cien por ciento tras la lesión que le privó de segunda mitad de la pasada temporada.

El "Tigre" marcó de penalti el único gol del primer partido, pero el colombiano ha jugado solo media hora en cada duelo.

En su afán transformador, Jardim ha restado peso en el equipo al centrocampista francés Jéremy Toulalan, considerado el pilar del equipo en la pasada campaña, en beneficio del portugués Moutinho. Para muchos, una apuesta por cambiar aquello que mejor funcionaba. Luis Miguel Pascual. EFE

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