Rojo desata una guerra entre el Sporting y el grupo de inversión Doyen

La negativa del Sporting a traspasar al finalista del Mundial del 2014 a un club extranjero -supuestamente el Manchester United y a cambio de 20 millones de euros- llevó a Rojo a declarase en rebeldía y al grupo Doyen a respaldarle.

En un comunicado, el Sporting, liderado por Bruno de Carvalho, fue implacable en las críticas al fondo que controla los derechos de imagen del brasileño Neymar, el técnico argentino Simeone o el español Xavi Hernández.

El club comenzó por criticar la "injerencia" de Doyen en el caso de Rojo, a quien el Sporting no desea transferir por menos de su cláusula, 30 millones de euros, y censuró la presión que han hecho para que el central se declare en rebeldía -actitud que la ha llevado a estar apartado del equipo-.

Acusó a la Dirección del grupo Doyen de enviar mensajes de móvil "abusivos" en los que, siempre según la Dirección del Sporting, se alertaba de que Rojo, con contrato hasta el 2017, "crearía problemas" en el seno del club si no fuese transferido.

En otro comunicado, el grupo Doyen se defendió de las acusaciones y recordó que el Sporting no cumplió su "palabra" de vender al futbolista.

"El Sporting parece que exige ahora (parece, porque oficialmente no sabemos nada) todavía más contrapartidas que apenas pueden ser encaradas en un contexto de demagogia y de una realidad virtual", rebatió el grupo.

"Quizá se entienda, de este modo, el enfado del jugador, porque se le había dado la palabra", agregó.

Aseguró también que el Sporting, vendiendo al jugador por 20 o los 30 millones de su cláusula, tendrá derecho a la misma porción de beneficio.

"Incluso por el valor de la cláusula, el Sporting tiene los mismos derechos que tiene hoy, no recibiendo, de este modo, más dinero o contrapartidas, sea la oferta de 20 o 30 millones", refirió.

El grupo, que reivindicó su contribución para financiar a clubes en una época que escasea el crédito de los bancos, recordó también que sin su intervención Rojo no habría sido transferido del Spartak de Moscú, su anterior club, al Sporting, que le fichó en el 2012.

Sin embargo, el Sporting contraatacó y aseveró que "el 25 % de 30 millones de euros nunca será igual a 25 % de 20 millones", aunque el Spartak tenga que recibir el 20 % de la plusvalía por encima de los 5 millones de euros.

Doyen, estrecho colaborador del Atlético de Madrid, el Sevilla y el Oporto, resaltó que siempre trabajó de forma transparente y avisó que tendrá que ser "compensado" en caso de que no ocurra la transferencia.

Mientras, el Sporting anunció que no volverá a trabajar con el grupo invocando una rescisión "procedente".

Doyen, que colabora con el colombiano Radamel Falcao o el brasileño Casemiro, entre otros, aclaró que "no interviene" en la decisión de un club de vender o no un futbolista: "La decisión no compete a Doyen, sólo compete al club y al jugador". EFE