Pochettino, el salvador del Espanyol que agotó un crédito ilimitado

El DT argentino, casi cuatro años después, ha cerrado su etapa como entrenador del club, donde llegó el 20 de enero de 2009, como una alternativa desesperada para salvar al equipo del descenso.

El hasta ahora DT del RCD Espanyol, Mauricio Pochettino (i), y el director técnico, Ramón Planas. Foto: EFE
El hasta ahora DT del RCD Espanyol, Mauricio Pochettino (i), y el director técnico, Ramón Planas. Foto: EFE

El DT argentino, casi cuatro años después, ha cerrado su etapa como entrenador del club, donde llegó el 20 de enero de 2009, como una alternativa desesperada para salvar al equipo del descenso.


Casi cuatro años después, Mauricio Pochettino ha cerrado su etapa como entrenador del Espanyol, a cuyo banquillo llegó el 20 de enero de 2009 después de la destitución del técnico José Manuel Esnal 'Mané', como una alternativa desesperada para salvar al equipo del descenso.

Entonces, con un final de temporada espectacular, Pochettino salvó a un equipo hundido y disipó las dudas por su prácticamente nula experiencia en los banquillos. Muy pronto se convirtió en un héroe para la grada y uno de los pilares indiscutibles del proyecto blanquiazul. Su rendimiento con el bloque le valió la renovación hasta 2014.

Con 40 años, Pochettino ha sonado como candidato a varios clubes de Primera, como el Sevilla o el Madrid, y también de Francia o Italia. En todos estos casos Pochettino avanzaba, sin dudarlo, su continuidad. El último pretendiente fue el Sampdoria italiano, el pasado junio, pero lo rechazó públicamente en una rueda de prensa.

A esa comparecencia acudió la plana mayor del club. Pochettino era el gran líder del proyecto. El salvador del Espanyol y uno de los pocos referentes de la afición. Su crédito era ilimitado. O eso parecía. La caída libre del equipo en la clasificación, colista, y el fantasma del descenso han imposibilitado su continuidad.

La apuesta por el fútbol base ha sido uno de sus sellos en su etapa como entrenador del Espanyol. Con él han debutado más de una veintena de jugadores, que agradecen la confianza del técnico hispano-argentino. Con una dedicación plena y un seguimiento muy cercano de las categorías inferiores, nutrió al equipo de jóvenes.

En lo futbolístico, el entrenador ha presumido del juego de su plantilla. Pochettino ha insistido en la identidad de su bloque, con toque, posesión y transiciones rápidas entre el ataque -con una trabajada polivalencia de sus delanteros- y la defensa. Muy pocas veces ha modificado su estilo.

A nivel institucional, Pochettino siempre se ha definido como un hombre de club. El entrenador ha asumido las limitaciones económicas de la entidad y ha afrontado, con mínimas quejas de puertas hacia fuera, la marcha de futbolistas importantes como el delantero ítalo-argentino Pablo Daniel Oswaldo, el central Víctor Ruiz o el lateral Dídac Vilà.

Con un discurso coherente y comedido, lejos de la contundencia que tenía como central -formó parte de la selección argentina en 21 ocasiones-, Pochettino ha preferido, excepto en contados episodios, cerrar las polémicas dentro del vestuario. El control del grupo ha sido una de sus grandes prioridades.

De hecho, el hispano-argentino nunca se ha casado con nadie. No ha mirado galones para hacer un once o una convocatoria. No ha sido extraño, esta temporada, ver a jugadores consagrados con el lateral izquierdo Joan Capdevila, campeón del mundo en Sudáfrica 2010, o el extremo portugués Simao Sabrosa fuera de la lista. Siempre ha exigido una intensidad y actitud máxima.