Por: Jayro Gutierrez • Futbolargentino.com

Real Madrid venció 3-1 a Atlético Madrid y avanzó a las semifinales de la Copa del Rey

Real Madrid venció 3-1 a Atlético Madrid en los tiempos extras y avanzó a las semifinales de la Copa del Rey.

Benzema marcó el segundo gol de Real Madrid. Foto: EFE
Benzema marcó el segundo gol de Real Madrid. Foto: EFE

Real Madrid venció 3-1 a Atlético Madrid en los tiempos extras y avanzó a las semifinales de la Copa del Rey.

 Un Real Madrid con dos caras, sometido en el primer acto y desatado en el segundo, accedió cuatro años después a las semifinales de la Copa del Rey, tras su segunda remontada consecutiva en la competición, levantado de la lona con una genialidad de Rodrygo, que castigó la versión más valiente del Atlético de Madrid de Diego Simeone, que se despidió en inferioridad en la prórroga de la pelea por los títulos.

Siempre guardó un as en la manga Simeone para las visitas al Santiago Bernabéu. Tantos años dan para alegrías y decepciones, pero grandes recuerdos de la reconstrucción rojiblanca se dieron en el templo madridista. El presente, alejado de la identidad, de la firmeza de un equipo con el sello del Cholo, exigía un partido sobresaliente para evitar una temporada sin alicientes antes de acabar enero. Y el técnico argentino dio el paso al frente que se le demandaba desde hace mucho tiempo pero su gran primera parte no fue suficiente ante el Real Madrid de las remontadas.

La valentía de un Atlético que recuperó la convicción en el mejor escenario, contrastó de inicio con un Real Madrid que regresó de golpe a un reencuentro con sus limitaciones. Víctima en el primer acto de una derrota táctica de Ancelotti ante Simeone. La jerarquía, el criterio con balón, las posesiones siempre productivas rojiblancas se pusieron en el espejo ante la impotencia defensiva y la imprecisión ofensiva madridista.

Tiene que ser casualidad pero coincidió con el regreso de Kroos y Modric al once de 'Carletto'. Futbolistas de tanto criterio no pueden apagarse de golpe, pero sí acusar más que el resto, por la inevitable lógica de la edad, los bajos momentos de forma. Ambos persiguieron sombras porque el desastre madridista del primer acto nació en la pérdida de la batalla de un centro del campo donde reinó Koke. Hacía tiempo que el capitán rojiblanco no jugaba con tanto criterio y seguridad.

Punto de partida a un juego de calidad como respuesta al planteamiento ofensivo, que se proyectó con la calidad que imprime a las jugadas Griezmann, disfrutando de su libertad de movimientos, con la superioridad en las bandas, donde Mendy sufrió hasta caer lesionado por las falta de ayudas de Vinícius, y la proyección ofensiva de un Nahuel Molina con la identidad del Mundial con Argentina.

La consigna de Simeone fue clara. El Real Madrid crece desde el desequilibrio que genera Vinícius. Dos jugadores encima del brasileño siempre. Por lo que no extrañó que incluso Griezmann cayese por el lateral derecho como apoyo a Nahuel cuando no fue Correa. En el otro costado, el Real Madrid mascó la impotencia en cada acción errónea de un desconocido Fede Valverde. Por lo que las únicas acciones intimidatorias nacieron bien de pérdidas de Morata o de una imprecisión en salida de balón.

Así perdonó 'Vini' la única clara del primer acto. Tan eléctrico como impreciso. Con ganas de que su fútbol silencie los actos de odio sobre su figura. Encontró a Benzema que inventó la pared pero, en vez de chutar con todo para hacerlo, optó por controlar y Reinildo actuó de salvador. Tan decisivo como en un corte al pase filtrado de Vinícius que dejaba solo a Modric. No hubo más apuros para el Atlético en una primera parte que tiñó de rojiblanco.

Le añadió la contundencia que le ha faltado en buena parte de la temporada. Tras un primer intento de Correa desviado, encontrando espacios que explotar en el flanco de Mendy, donde picó el balón Koke para la aparición como un rayo de Nahuel que puso de primeras, con tanta tensión como precisión, un regalo al gol de Morata a los 19 minutos.

El golpe no motivó la reacción del Real Madrid que le costó interpretar el partido. Se topó con la convicción de un Atlético de Madrid cómodo desde la posesión y el dominio, que desaprovechó el momento de golpear a un rival que se tambaleaba. Oblak solo tuvo que responder a un disparo blando de Valverde y vio como Militao en vez de marcar, evitó el gol en una falta envenenada de Kroos.

Los reajustes de Ancelotti fueron obligados. La lesión muscular de Mendy y las bajas defensivas provocaron que Camavinga pasase a jugar de lateral izquierdo. Ceballos al campo para aumentar el criterio con balón. Obligado a una de esas remontadas de las que tiene la patente, el Real Madrid llevo el derbi al terreno emocional y cambió su identidad de un plumazo. Mismos jugadores, otra actitud. Salió volcado tras el descanso, con mayor agresividad en la pelea por cada balón, instalado en campo contrario.

El plan de Simeone no pasaba por encerrarse tan temprano, con tantos minutos por delante. De su plan inicial regresó a lo habitual cuando quitó a un delantero, Morata, para meter un medio, Witsel. Su equipo se había desdibujado y buscó protegerse del vendaval en el que se convierte el Real Madrid cuando juega con más corazón que cabeza. Imprimió locura y al Atlético le faltó templanza, anestesiar un partido que adquirió un ritmo que no le interesaba.

Más de dos meses después el fútbol regresaba al Santiago Bernabéu y el madridismo en cuanto vio a sus jugadores tirar de orgullo, acompañó empujando desde la grada. En cada llegada se vio más cerca el tanto del empate. Tras un disparo cruzado de Nacho que rozó de taco Valverde, otro disparo arriba del uruguayo antes de dejar el partido o la primera parada de mérito de Oblak, con guante firme al disparo de Benzema antes de que Savic evitase el gol de un Vinícius lento para convertir el rechace en gol.

Cuando pudo correr el Atlético de Madrid le faltó pegada, precisión en la zona que decide partidos. Había perdonado Griezmann el contragolpe más claro, con una mala elección en el pase final tras la carrera. Se había topado el francés con el vuelo de Courtois a su falta a la escuadra, cuando apareció Rodrygo tras sacar del armario su disfraz de salvador de la Liga de Campeones.

Suplente desde su desplante a Ancelotti en La Cerámica, cuando le negó el saludo en el cambio, no tuvo el brasileño mejor forma de ganarse el perdón. De la nada inventó un gol para enmarcar. En velocidad se fue de Witsel, pisando la pelota con confianza antes de realizar dos recortes a los centrales y definir de derecha en una acción de fútbol sala, donde no la esperaba Oblak.

Era el premio a los cambios ofensivos de Ancelotti desde los que corrigió el rumbo de la eliminatoria. Con Marco Asensio, Rodrygo, Vinícius y Benzema juntos. Cuatro delanteros que bien pudieron evitar la prórroga, con un disparo lejano de Rodrygo buscando la escuadra, como perder el partido. Lo evitó Courtois, que siempre aparece, con una mano abajo a Memphis en el 90 después de que Griezmann perdonase el pase a semifinales. Solo, tras el pase de primeras de Witsel, apostando por la potencia en vez de la definición. Mandando al limbo las esperanzas rojiblancas.

Ahí perdió el partido el Atlético de Madrid. Tras desarmar las virtudes del rival y mantenerse en pie al huracán blanco. Condicionado en la prórroga por un pique absurdo de Savic con Vinícius, en la pelea por el balón con el juego detenido, que costó la amarilla a ambos. Minuto y medio después se transformaba en roja para el defensa montenegrino cuando llegó tarde a la carrera de Camavinga.

Con diez se convertía en un imposible para un Atlético que nunca dejó de luchar. En defensa de cinco hasta que a los 103 minutos Benzema puso su firma a la remontada, tras mover rápido el balón ante un rival encerrado, el centro de Asensio y favorecido de un mal remate de Vinícius. En el segundo palo, donde esperaba su momento, Karim desató la locura en el Bernabéu y Vinícius, no podía ser otro, puso el broche con el tiempo cumplido. Una nueva remontada de un equipo que se sobrepone a todo y acabó defendiendo ante la falta de puntería rojiblanca que se despidió en pie de la Copa, resignado su curso a la pelea en Liga por un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones.

- Ficha técnica:

3 - Real Madrid: Courtois; Nacho (Odriozola, m.115), Militao, Rüdiger, Mendy (Ceballos, m.44); Camavinga, Kroos (Marco Asensio, m.74), Modric; Fede Valverde (Rodrygo, m.69), Vinícius (Mario Martín, m.115) y Benzema.

1 - Atlético de Madrid: Jan Oblak; Nahuel Molina, Savic, Mario Hermoso, Reinildo; De Paul (Saúl, m.83), Koke (Kondogbia, m.83), Lemar (Carrasco, m.74); Correa (Memphis, m.74), Griezmann (Barrios, m.91) y Morata (Witsel, m.63).

Goles: 0-1, m.19: Morata. 1-1, m.79: Rodrygo. 2-1, m.103: Benzema. 3-1, m.121: Vinícius.

Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Ceballos (69) y Vinícius (97) por el Real Madrid; y a De Paul (44), Reinildo (54) y Mario Hermoso (62) y Koke (105) por el Atlético de Madrid. Expulsó a Savic por doble amonestación (97 y 99).

Incidencias: encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey, eliminatoria a partido único celebrado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.500 espectadores.

PREVIA

Con el atractivo de una eliminatoria a partido único, el peligro de despedirse de dos competiciones en enero para el Real Madrid o perder la posibilidad de pelear por título alguno en la temporada del Atlético de Madrid, se presenta el gran derbi madrileño en el regreso del fútbol al estadio Santiago Bernabéu tras 77 días de focos apagados.

Se volverán a encender en un estadio que avanza en su obra mastodóntica para uno de esos partidos distintivos del año. Un derbi siempre especial que adquiere mayor trascendencia al dejar un vencedor y un derrotado en una Copa del Rey del que ninguno quiere despedirse.

Nunca considerado como título de importancia en la casa blanca pero por el que quieren luchar en el presente, como demostraron remontando dos tantos en La Cerámica cuando se les daba por muertos. De mayor trascendencia para un Atlético de Madrid que se despidió mucho antes de lo esperado de la pelea por la Liga y la 'Champions'. Todo a una carta en casa del gran enemigo.

Los síntomas han cambiado en un Real Madrid que se encaminaba a una crisis. El golpe del clásico de la Supercopa de España se sumó al liguero del Villarreal y a las malas sensaciones físicas que transmitía un equipo en su momento más bajo del curso. Cuando se vio ante las cuerdas, sacó ese gen competitivo tan especial. La remontada en La Cerámica en octavos de final, con 2-0 en contra al descanso, fue la reacción que esperaba Carlo Ancelotti tras dar un golpe de entrenador.

Tomó decisiones 'Carletto' de las que renuevan confianzas y alejan cualquier tipo de duda que pudiese asomar para el que lo ganó todo en el camino. La apuesta de Camavinga como mediocentro, el aumento de la competitividad defensiva con Nacho, el paso a la frescura y hambre de Dani Ceballos o Marco Asensio. Elecciones que mandaron al banquillo a leyendas que no es fácil sentar como Toni Kroos y Luka Modric.

Nadie duda de la titularidad de ambos en el derbi, por mucho que Ancelotti hable de "transición en la plantilla". Debe ser dulce, con el ambiente que instalaron la pasada temporada en el vestuario como valor trascendental para el éxito.

Desde la unión de una plantilla que mezcla a los supervivientes de una época dorada (cuatro Ligas de Campeones en cinco años), con jóvenes valores en continuo crecimiento. Como Camavinga, cuya demostración de mediocentro de San Mamés, hace que no se fuerce el regreso de Aurélien Tchouaméni, recién recuperado de su lesión muscular.

Las lesiones de Dani Carvajal y Lucas Vázquez darán continuidad en el lateral derecho al defensa "pesimista", como lo define su entrenador. Nacho con la continuidad que demandaba, alejado de su demarcación preferida donde la competencia es feroz. Listo para reaparecer David Alaba tras su problema de soleo y pugnando por una plaza con un irregular Rüdiger.

En duelos de grandeza acostumbra Ancelotti a reforzar su centro del campo con un cuarto integrante, al menos en labores defensivas, como Fede Valverde. Cerraría la puerta de la titularidad a Dani Ceballos tras dos buenas actuaciones y a Marco Asensio. Ya que en ataque es innegociable a presencia de dos jugadores que marcarán el rumbo de la temporada: Vinícius, de nuevo en el foco por su comportamiento con rivales, y Karim Benzema acercándose a su identidad tras marcar en cinco de los seis últimos partidos, dejando en el olvido las lesiones y el Mundial.

Reactivado desde la reanudación de la competición tras el Mundial de Qatar 2022, el Atlético de Madrid necesita la Copa del Rey. Desde 2013, cuando conquistó su último título del torneo frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, no ha sentido tanta atracción por ella, porque competía por la Liga -ahora ya está descartado- y la Liga de Campeones, de la que está eliminado en la primera fase. Descarrilado de esos objetivos, le queda la Copa.

La reacción del equipo de Diego Simeone es visible, con seis victorias en sus últimos ocho partidos oficiales, con la única derrota ante el Barcelona, al que hizo mérito al menos para igualarlo, y con el único empate contra el Almería, al que lo hubiera superado con una pegada más acorde a la apariencia de sus delanteros, que sí encontró ante el Valladolid.

El 3-0 del pasado sábado es un impulso para el Atlético, que aparece en el Santiago Bernabéu más aferrado a su pasado, a la Copa del Rey de 2013, a la clasificación en ese mismo torneo en 2015, a sus triunfos allí en la Liga en 2015, 2016 y 2017, que a su presente, porque no vence en territorio madridista en ninguna de sus siete citas más recientes, las cuatro últimas sin un solo gol a favor, con la excepción expresiva de Antoine Griezmann.

El autor de los tres últimos goles del equipo rojiblanco en ese estadio es también el factor más diferencial que posee el actual Atlético de Simeone, en principio sin Marcos Llorente, fuera de acción en el derbi por una lesión en los aductores, pero determinado en el avance a semifinales y en su apuesta, según las pruebas, por el 4-3-3 con tres atacantes que hoy por hoy despierta más convicción en el equipo: Ángel Correa, Álvaro Morata y Griezmann.

El Atlético necesita la pegada que demostró ante el Valladolid, también la inspiración del futbolista francés, secundados previsiblemente en el centro del campo por Rodrigo de Paul, que se perfila como el reemplazo de Llorente, Koke Resurrección y Thomas Lemar, con la alternativa que supone el músculo de Geoffrey Kondogbia. Es otra posibilidad.

De Paul es uno de los dos cambios que se prevén en el once. El otro será en la defensa, con la vuelta de Stefan Savic -sancionado en sus últimos dos encuentros de LaLiga Santander- o José María Giménez. Uno de los dos jugará al lado de Mario Hermoso. A la derecha estará Nahuel Molina; a la izquierda Reinido Mandava, con Sergio Reguilón apto, como otra opción.

A la suplencia apunta Memphis Depay, el último fichaje del Atlético, debutante el pasado sábado frente al Valladolid, con detalles que prometen mucho más en el futuro, en cuanto se adapte táctica y físicamente al esquema de Diego Simeone, que estará protegido en su portería en el Bernabéu por Jan Oblak. El guardameta esloveno sostuvo su marco a cero en dos de sus diez derbis en ese escenario.

- Alineaciones probables:

Real Madrid: Courtois; Nacho, Militao, Alaba, Mendy; Camavinga, Kroos, Modric; Fede Valverde, Vinícius, Benzema.

Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic o Giménez, Hermoso, Reinildo; De Paul, Koke, Lemar o Kondogbia; Correa, Morata, Griezmann.

Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 17:00hrs

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