Hace 25 años ‘dios’ y las estrellas fueron de Argentina

Ocurrió el 29 de junio de 1986 ante 114.600 espectadores. Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, derrotó a la República Federal de Alemania (3-2).

Futbolargentino.com
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Ocurrió el 29 de junio de 1986 ante 114.600 espectadores. Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, derrotó a la República Federal de Alemania (3-2).

Hace 25 años, Argentina puso el broche de oro a su segundo título mundial en el estadio Azteca de México, en el mismo escenario donde Diego Armando Maradona asombró con el mejor gol de la historia y entró definitivamente en ese lugar en el que solo están los dioses del fútbol.

Ocurrió el 29 de junio de 1986 ante 114.600 espectadores. Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, derrotó a la República Federal de Alemania (3-2), en un partido en el que se medían dos estilos muy diferentes pero con algo en común: un grupo de jugadores que marcaron una época.

La "albiceleste" formó con Nery Pumpido bajo palos; con Ruggeri, Cucciufo y Brown en defensa; Olarticoechea, Giusti, Batista y Burruchaga en el medio campo, y Enrique, Maradona y Valdano arriba.

Franz Beckenbauer alineó a Harald Schumacher en portería; Brehme, Forster, Jakobs y Briegel, atrás; Eder y Berthold; Matthäus y Magath, en el medio, con Rummenigge y Allofs en ataque.

El inicio fue muy táctico. El estrecho marcaje de Mathaus a Maradona provocó que el argentino tardara en entrar en juego, aunque la ausencia del alemán en la distribución limitó el ataque germano.

Por su parte, Jorge Valdano se desgastó mucho para frenar las llegadas por la banda de Briegel, uno de los principales peligros alemanes y la clave según Bilardo para derrotar al rival.

En el minuto 23, Brown adelantó a Argentina tras cabecear un centro de Burruchaga, después de una salida en falso de Schumacher.

Alemania salió en el segundo periodo al ataque pero se encontró con un gol de Valdano, que culminó con frialdad un contragolpe que había iniciado casi en su área.

Con solo 35 minutos por delante, parecía que el torneo ya tenía ganador, pero los de Beckenbauer no cejaron y en sendos córner, primero por medio de Rummenigge y después de Rudi Völler, a solo nueve del final, igualaban y acechaba la prórroga.

Pero a siete para el cierre, apareció el "dios" argentino para 'inventarse' un pase a Burruchaga, que batió a Schumacher.

Se desató el delirio. La imagen de Maradona a hombros de sus compañeros con la Copa del Mundo en sus manos recordaba al mítico Pelé dieciséis años antes, en el mismo escenario, cuando la "verdeamarilla" ganó a Italia (4-1) y se llevó en propiedad la Jules Rimet, en la que fue sua última gran competición.

Aquel 29 de junio solo fue la meta de un camino lleno de dudas, pero que Bilardo y Maradona habían pavimentado hasta el éxito en el Azteca.

"El Pelusa", que llegó a México con el recuerdo del fracaso del Mundial de España 82, soñaba con convertirse en el nuevo Pelé y en que Argentina conquistase su segundo cetro tras el de 1978.

Para ello, Bilardo apostó por él. Quitó la capitanía a Pasarella y se la dio al 10. Sabía que llegaba en su mejor momento y contaba, además, con el apoyo de sus compañeros, que se ganaron también el título con su compromiso.

Los Valdano, Ruggeri, Batista, Pumpido y Burruchaga, entre otros, siguieron la estela de Maradona para llegar a lo más alto.

La "albiceleste" enfiló el Mundial encuadrada en el grupo A junto a la República de Corea, Italia -la campeona de 1982- y Bulgaria.

Argentina cerró esta fase como líder después de ganar a Corea del Sur (3-1) y Bulgaria (2-0) e igualar con Italia (1-1). En la segunda ronda, con un solitario gol de Pasculli, eliminó a Uruguay, liderada por Enzo Francescoli.

Maradona mostró algunos detalles pero dejó lo mejor para cuartos, donde aguardaba Inglaterra, con la que había algo mas que rivalidad futbolística, ya que la guerra de las Malvinas estaba todavía cercana.

El 22 de junio, Argentina e Inglaterra se citaron en el Azteca, en un duelo que contiene las imágenes mas recordadas de la historia del fútbol.

Todo el protagonismo se lo llevó Maradona. Quizá ese día se despojó de su condición humana para convertirse en algo más que una leyenda, en un nuevo inquilino del olimpo del balompié.

Corría el minuto 51, cuando la pelota le llegó ya en campo inglés, se zafó de su marca, superó a tres defensores, buscó a Valdano, despejó Steve Hodge, pero Maradona porfió con el arquero Peter Shilton hasta que, con la "mano de Dios", introdujo el balón en la portería inglesa.

Aquí comenzó a fraguarse la historia de uno de los partidos mas recordados. Solo tres minutos después, se produjo el gol del siglo, el que el comentarista Víctor Hugo Morales narró emociónado: "Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2, Inglaterra 0...".

"Diegol" regateó hasta a seis jugadores ingleses -incluido el guardameta Shilton- desde el medio campo argentino para, en doce maravillosos toques con su pie izquierdo, obtener el 2-0.

A pesar del tanto inglés, obra del que sería el máximo artillero del torneo, Gary Lineker, a diez minutos para la conclusión, Argentina accedió a semifinales, donde velaba armas Bélgica, verdugo de España en los penaltis.

Los argentinos dominaron en el primer tiempo aunque sin suerte de cara al gol hasta que en el segundo apareció Maradona y allí acabaron las esperanzas de Bélgica. Un pase de Burruchaga fue aprovechado por el 10 para abrir el marcador.

Doce minutos después, Maradona dejó atrás a tres defensores y batió de nuevo a Pfaff. El "Pibe de Oro" sentenciaba y llevaba a la "albiceleste" a la final contra Alemania, que había eliminado a la Francia de Michel Platini.

Si bien el final de la historia ocurrió hace ahora 25 años, para muchos argentinos todavía está muy presente. Desde la "mano de dios" y el "gol del siglo" hasta las llegadas desde atrás de Valdano para culminar un centro de Burruchaga, de Enrique o de Maradona.

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