Centurión: "Hay algo en la cabeza que no me debe funcionar bien"

Ricardo Centurión habló por primera vez luego de haber sido separado del primer equipo de Racing, tras el público encontronazo con el entrenador Eduardo Coudet a quien empujó durante el partido ante River en el Monumental el 10 de febrero. 

"Hay algo en mi cabeza que no debe funcionar bien. Si vos me decís, si vos lo reconocés... ¿por qué lo hacés? Pero voy y lo hago sin saber. Muchas veces me ha pasado que me levanto y me pregunto quién soy, qué quiero", confesó Centurión en una entrevista con TyC Sports. 

Además, relató su versión de los hechos de todo lo sucedido luego de aquella secuencia en el Monumental. "Estuve mal, pero ya pasó el tiempo y, pensando muy bien las cosas, me siento mejor y con ganas de revertir esto y seguir adelante", admitió.

"Estaba fastidioso por quedar afuera del once inicial. Capaz el Chacho me vio con mala cara o fastidioso y lo notó en el entretiempo. Después me tocó entrar y todos sabemos lo que sucedió", continuó.

"La verdad que fue un trago muy amargo porque el Chacho no se merecía que yo lo empuje. En el contexto de la cancha, yo salí al banco de suplentes y me puteaban hasta los mudos. Es inevitable no cargar con eso. Sé que uno tiene ser profesional, pero me la terminé agarrando con el que no me la tenía que agarrar", reconoció.

Centu confesó que le gustaría tener una charla para "solucionar las cosas puertas adentro". Y agregó: "Tengo ganas de arreglar las cosas, que todo se ponga en su lugar más allá de que siga o no en Racing".

La vida de Centurión hoy

Además de la versiones que dio sobre lo sucedido en el Monumental, Centurión contó cómo es su vida en la actualidad, sin trabajar con el plantel profesional.

"Me tuve que callar, me entrené con los chicos. En la Reserva he pasado lindos momentos, pero no es mi sitio, no me siento en mi lugar. Cambia mucho cuando es un escalón más o menos en esta profesión", confesó. 

"Acá el culpable soy yo pero estoy bien y tranquilo, eso es lo más importante. Siempre decimos que tengo que mejorar, que aprender. Además, mi familia me dio vuelta la cara como si yo hubiera matado a alguien. La verdad que lloré puertas adentro. En un momento se me cruzó por la cabeza largar todo pero no se lo dije a nadie", señaló.