Argentina: el niño sin piernas que logra mover las fibras del fútbol

Diego Milito, un histórico de Argentina, que hizo historia en el Inter de Milán, estaba dentro del estadio, dando su última vuelta en la cancha. El cuadro era emotivo y el momento único: una leyenda se despedía. Y lo hacía en el Presidente Perón, estadio del Racing Club, la última camiseta que vestiría.

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Afuera, dos chicos querían hacer parte del momento, pero nunca imaginaron crear un instante que se quedaría en la historia del fútbol. Santiago, de diez años y a quien le falta una pierna, haría una de las jugadas más prodigiosas que este bello deporte haya visto: prestaría su muleta a su mejor amigo, Yamil, para que pudiera presenciar algo del momento que todo Racing quería ver. Y lo que salió de este gesto absolutamente natural, se convirtió en una postal para la memoria.

La foto se volvió viral por la carga emotiva de un simple gesto, que para Santiago es normal. Eso le valió para que mísmisimo Diego Milito quisiera conocer al chico. Un sueño hecho realidad para él y un triunfo para todos aquellos que piensan que este es el deporte más bello del mundo.

Santiago trepado en una muleta y Yamil, al sostén de su amigo, subido en la otra. Esa es la imagen que resumen la amistad, la gloria del fútbol y el ejemplo perfecto que la incapacidad está en la mente y no en el cuerpo. "Yo estaba viendo como Milito daba toda la vuelta a la cancha y vi que Yamil estaba saltando y le di mi muleta para que pudiera ver él también. Lo ayudé porque es mi amigo para que pudiera ver el partido y cómo Milito se retiraba”, explica Santiago a BBC mundo.

El chico perdió una pierna debito a una enfermedad congénita, pero esto no ha sido impedimento para que Santiago no practique taekwondo, fútbol, esquí… Definitivamente lo que él logró con su amigo Yamil fue un gol, o como Santiago prefiere decirlo “un golazo”.

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