La Copa, un consuelo menor para los azulgrana

 Barcelona se ha estrellado de tal manera en cuatro días de competición, que de no variar considerablemente el panorama sólo le va a quedar la Copa del Rey como consuelo menor. 

La Copa, un consuelo menor para los azulgrana. Foto: EFE
La Copa, un consuelo menor para los azulgrana. Foto: EFE

 Barcelona se ha estrellado de tal manera en cuatro días de competición, que de no variar considerablemente el panorama sólo le va a quedar la Copa del Rey como consuelo menor. 


El último episodio tenebroso lo vivió anoche en la Liga española, otra vez contra un equipo en apuros como el Granada (1-0), igual que hace semanas contra el colista (Valladolid, 1-0), que con un solitario gol desmontó los pocos argumentos con los que se presentó el Barcelona en Andalucía para recobrar el ánimo, tras el varapalo de la Liga de Campeones y continuar en la cresta de la ola en la Liga.

El Barcelona va a tener que estar muy atento esta noche a lo que haga el Atlético de Madrid, ya que si el equipo del Cholo Simeone no pincha, el conjunto azulgrana se habrá quedado como farolillo rojo del grupo delantero y totalmente dependiente del Madrid y Atlético, pues si ambos no fallan, de nada le va a servir al conjunto del 'Tata' Martino luchar por esta Liga.

Así, eliminado ya de la Liga de Campeones, tras caer contra el Atlético en cuartos, y haber quedado relegado a la tercera posición de la Liga, tras el Madrid y Atlético, a falta del partido de esta noche del segundo, al conjunto azulgrana ya sólo le queda el milagro en la Liga y un partido abierto y con todas las opciones en la final de la Copa del Rey del miércoles contra el Real Madrid, en Valencia.

De haberse convertido en los últimos años en un torneo menor, ya que el Barça se ha marcado como objetivo de máximos la obtención de la Liga y de la Champions, regresa la Copa a la agenda azulgrana como un mal menor y casi como un bote salvavidas para sacar algo de provecho en esta temporada, que la arrancó con una meritoria Supercopa de España y que en el instante en que debía marcar la diferencia ha quedado relegado a un papel segundón.

Al margen de la escena deportiva, bastante complicada para un Barça que va claramente de más a menos, a la entidad azulgrana también le empiezan a temblar los cimientos institucionales, ya que de no llevarse ningún título y no poder estar luchando hasta la última jornada por la Liga podría generar mucha polémica en el entorno, por ahora apagado, pero susceptible de encenderse en cualquier momento.

Después de la dimisión de Sandro Rosell, que se apeó de la presidencia argumentado asuntos familiares, el Barcelona ha vivido con cierta provisionalidad, a pesar de que el actual presidente, Josep Maria Bartomeu, ha defendido por activa y por pasiva la legitimación que le avala en el cargo, como así certifican los estatutos, y que corroboró la semana pasada recibiendo el apoyo del 70% de los socios que votaron en el referéndum para remodelar el Camp Nou.

No obstante, este punto de provisionalidad del actual mandatario y con un expresidente huido a la carrera sin dar demasiadas explicaciones, ha generado un sinsabor en el club, donde se respeta la legitimación que establecen los estatutos, siempre que los resultados acompañen.

Dado que estos, cada vez se amontonan más en el casillero negativo generando eliminaciones en competiciones, y que las sucesivas embestidas que ha sufrido la institución en la justicia ordinaria no han hecho más que incrementar una preocupación constante en el socio, como la sanción sin poder fichar el año que viene, el ambiente en Can Barça se podría caldear de no conseguir como mínimo la Copa de este miércoles.

Parte de la oposición, muy minoritaria, ya ha reclamado a Bartomeu que no dilate su mandato y convoque elecciones este verano, a lo que el presidente se ha negado rotundamente, estableciendo la elección de nueva junta en la primavera del 2016.

Dada la atmósfera que se respira en estos momentos, y cómo se podría cargar a tenor de los resultados de un nuevo episodio en los juzgados, con la posible imputación de Bartomeu en el 'caso Neymar', no se descarta que el club catalán intente regenerarse este verano en las urnas, y más si los de Martino son incapaces de reconducir el fútbol que se esperaba que colocase al Barça nuevamente en lo más alto. EFE

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