Bielsa ya no encanta

"Nos había embrujado", afirma un auditor en una radio francesa que había pedido a los aficionados del Olympique de Marsella que se pronunciaran sobre la continuidad del entrenador argentino Marcelo Bielsa, en el club la próxima temporada.

El entrenador argentino del Olympique de Marsella, Marcelo Bielsa. Foto: EFE
El entrenador argentino del Olympique de Marsella, Marcelo Bielsa. Foto: EFE

"Nos había embrujado", afirma un auditor en una radio francesa que había pedido a los aficionados del Olympique de Marsella que se pronunciaran sobre la continuidad del entrenador argentino Marcelo Bielsa, en el club la próxima temporada.

En su voz y en el empleo del pretérito se masca la decepción, un sentimiento que parece haberse apoderado del estadio Velódromo, el mismo que no hace tanto tiempo aclamaba el nombre del "loco" como el de un brujo que había recuperado la esperanza de una de las aficiones más populosas de Francia.

Aquella época dorada ha pasado y ahora los resultados han enfriado a la grada del Olympique, que ha perdido el embrujo de Bielsa.

Todo ello parece indicar que el técnico de Rosario no seguirá en las orillas del Mediterráneo la temporada que viene, aunque, fiel a su costumbre, el entrenador no habla de si mismo.

Bielsa ha dejado de ser el técnico de moda en Francia, admirado por todos, se llegó a especular con que sus métodos debían impregnar a otros entrenadores.

El mismísimo Zinedine Zidane, que ultima en Francia su preparación para logra el título de entrenador, acudió a la ciudad deportiva del Marsella para seguir sus métodos con otros compañeros, entre ellos Claude Makelele.

El equipo, sin grandes estrellas, encadenó ocho triunfos consecutivos gracias a un buen juego colectivo, lo que le aupó al liderato de la tabla.

Fueron dos meses de fábula en los que el "loco" se convirtió en un icono y su imagen sentado junto al banquillo en una nevera portátil para seguir a su equipo desde más cerca se reproducía constantemente en la grada del Velódromo.

Pero las derrotas contra el Lyon y contra el París Saint-Germain, sus principales rivales, desregularon la maquinaria y donde Bielsa había logrado imponer un discurso unitario y monocorde, se multiplicaron las declaraciones altisonantes de los jugadores y la "entente cordiale" desapareció.

El conflicto más sonado es el que mantiene con el atacante André-Pierre Gignac, el máximo goleador, que tras haber dicho que gracias a los métodos de Bielsa había recuperado su mejor nivel, ahora critica al entrenador, que no duda en dejarle en el banquillo en beneficio del joven belga Michy Batshuayi.

Desde entonces, la marcha del Marsella ha estado marcada por la irregularidad de los resultados. El equipo no gana desde el pasado 31 de enero y ahora le separan 4 puntos del liderato.

La prensa francesa está convencida de que Bielsa no seguirá el año que viene en el club y suenan ya candidatos a su sucesión, entre ellos el español Quique Sánchez Flores o el italiano Claudio Ranieri.

Todo apunta a que Bielsa no quiere seguir y, tras esta mala racha de resultados, Marsella tampoco va a poner muchos obstáculos a su salida.

Desde el principio de temporada, el entrenador no ha dejado de fustigar la falta de ambición del club y llegó incluso a afirmar que el presidente, Vincent Labrune, no había cumplido su palabra de reforzar de forma importante la plantilla.

Pese a esas quejas, Bielsa trabajó de forma profesional y, durante meses, el equipo ofreció un juego de gran calidad que le llegaron a situar como principal candidato al título.

"Es como si hubiera exprimido al equipo tanto en la primera parte de la temporada que ya no le quedara nada de jugo", prosigue el auditor que, sin quitar responsabilidad a los jugadores, cree que el entrenador argentino no ha sabido entender el fútbol francés. Luis Miguel Pascual. EFE

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